Abrazo y reclamo por las malas condiciones y pérdidas de gas en la escuela de Río Villegas

La comunidad de la escuela primaria 166 del paraje ubicado a 55 kilómetros al norte de El Bolsón considera que hay riesgo para los alumnos. Piden respuestas al Consejo Escolar.

Padres, docentes y alumnos de la Escuela Primaria 166 del paraje Río Villegas, a unos 55 kilómetros de El Bolsón, realizan hoy un abrazo simbólico al establecimiento en reclamo de mejores condiciones edilicias y medidas de seguridad vinculadas al suministro de gas, ante el riesgo que representa la actual situación de la escuela.

Desde hace meses la comunidad educativa reclama al Consejo Escolar de El Bolsón, del cual depende este establecimiento, por las malas condiciones que incluyen pérdidas de gas, mal funcionamiento de los calefactores y el incendio de una perilla de la cocina por el mal funcionamiento del suministro que obligó anteayer a cancelar el uso de la cocina y la elaboración de alimentos para los alumnos, entre otros.

Pedimos que sea una escuela segura para los niños ante todo”, resumió Natalia, una mamá de la escuela que hoy participa del abrazo simbólico organizado por la comunidad educativa que desde hace días exhibe pancartas con consignas como “queremos una escuela segura” o “escuela en riesgo de incendio”.

Según pudo conocer RÍO NEGRO, hoy se presentó en la escuela la coordinadora del Consejo Escolar de El Bolsón, Patricia Ocampo, quien recibió el reclamo de la comunidad educativa.

La escuela de Río Villegas es íntegramente de madera, por eso la comunidad educativa advierte el riesgo. Foto: gentileza

En febrero pasado comenzaron los reclamos de la comunidad educativa de Río Villegas, el paraje que estuvo amenazado por el fuego de los incendios forestales del parque nacional Nahuel Huapi, el verano pasado.

Los planteos evidenciaron falta de mantenimiento en los calefactores debido al tizne que provocan en las paredes, también señalaron el riesgo de incendio debido a que el edificio es íntegramente de madera y el vencimiento de los matafuegos que tras la denuncia inicial, tardaron 7 meses en cambiarlos.

Tras el receso invernal, los padres optaron por no enviar a sus hijos a la escuela al considerar que si los calefactores quedaban prendidos durante la noche, “el olor a gas que se sentía por las mañanas nos alertaba sobre las condiciones no dadas para una cursada segura” y agregaron queen caso contrario, si los calefactores se apagaban, “el frío hacía imposible que cualquier persona pudiera permanecer en el establecimiento”.

También denunciaron la falta de artículos de limpieza, que muchas veces son aportados por los padres para garantizar la higiene del establecimiento.

El último episodio de riesgo ocurrió el lunes alrededor de las 11:15 cuando la cocinera de la escuela advirtió que se prendió fuego una perilla de la cocina cuando utilizaba el horno para hacer pan. Se realizaron los reclamos y el comisionado de Fomento, Pablo Albornoz, informó que acudiría un gasista a verificar las conexiones de la escuela pero no asistió finalmente.

Por eso, la directora Verónica Albornoz confeccionó un acta con esta situación y dispuso el cierre de las llaves de gas y que no se continúe utilizando la cocina “por el riesgo que representa el uso de la misma”.


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