Aniversario Villa Regina: Un paseo por la perla del Valle

Esta zona ofrece un real contraste entre la meseta y el verde de la producción frutícola. La opción, para turistas y locales, se vuelve más atractiva con el recorrido por los lugares históricos.

De un extremo a otro Regina ofrece una diversidad de paisajes y lugares que permiten conocer la ciudad, además de una parte de su historia marcada por el esfuerzo de los colonos que forjaron, desde la producción frutícola, el desarrollo de la localidad.

La pared de la barda norte da una característica única y ofrece un real contraste entre la meseta y el verde del Alto Valle. Solo hace falta recorrer un poco más de diez cuadras para encontrarse con las plantaciones frutales de las chacras y unos pocos kilómetros más hacia el sur llegar hasta el río Negro.

Esto hace que los sentidos se vean exaltados por los colores, aromas y sonidos diferentes en cada uno de estos lugares.

Paseo El Arroyo es uno de los más concurridos.


De distintas formas y por diferentes lugares se pueden recorrer las calles de la ciudad. El recorrido arranca en la oficina de Turismo, a la vera de la Ruta 22 en el ingreso oeste a Regina.

Desde allí, caminando o en bici, se recorren más de 3 km de senderos y espacios verdes que bordean el arroyo Salado. Esto permite ver algunas especies de patos y garzas blancas que viven en este lugar. Se pueden aprovechar algunos espacios destinados a la actividad física o bien sentarse a observar el paisaje.

Dentro de este recorrido se encuentra uno de los puntos históricos a visitar. Se trata del museo Felipe Bonoli, quien fue gerente de la Compañía Italo Argentina de Colonización y quien llevó adelante el proyecto colonizador de Regina. El edificio, ubicado en la calle Florencio Sánchez y que se preserva en su forma original, fue la vivienda que ocupó Bonoli; aunque también sirvió para alojar distintas escuelas.


Otra opción es recorrer la zona céntrica, donde existen los edificios históricos del cine teatro del Club Círculo Italiano, el edificio del Consorcio de Riego y Drenaje o la estación del ferrocarril.

Este último lugar es el acceso hacia la barda norte. Un espacio verde que permite disfrutar del lugar para luego recorrer puntos de interés, como el anfiteatro municipal Cono Randazzo rodeado por la pared de la barda. Un cañadón en la parte posterior de la construcción permite llegar hasta “la cueva de Bairoletto”, un lugar que habría sido utilizado por el bandolero para refugiarse en su paso por la región.

También, por el sendero Carlos Peralta o el camino Horacio Santángelo, se puede subir a la barda para visitar la capilla de Santa Teresita y el monumento al Indio Comahue. Los dos lugares brindan la posibilidad de observar la ciudad y el valle.


Otra alternativa es transitar desde la ruta 22 por la avenida General Paz, los 7 km que separan la planta urbana del balneario municipal de la Isla 58. El recorrido por la avenida, permite ver el trabajo diario que realizan los productores en las plantaciones frutícolas.

Por su lado, la Isla 58, ofrece la posibilidad de recorrer distintos caminos y senderos que vinculan el sector de playa sobre la margen norte del río Negro con el espacio natural que le da forma. El avistadero de aves, sobre el extremo oeste de la isla, o los espacios con parrilleras, mesas y bancos completan la posibilidad de aprovechar este lugar a pleno.


Museo de la Sidra y el Vino



Enclavado en el histórico edificio de la bodega de La Reginense, en pocos meses más se habilitará el Museo de la sidra y el vino, una propuesta para atraer al turismo con un recorrido por la historia y actualidad en la producción de estas bebidas en Río Negro.

El museo que se levanta con financiamiento del gobierno nacional y provincial. Está en su etapa final de obra civil. Se prevé que entre diciembre y enero se completará la construcción, mientras que dentro del primer semestre de 2023 ya estará en funcionamiento para visitas.

El proyecto en ejecución espera ser terminado para el 2023.


La idea de este proyecto comenzó a esbozarse en 2017 a partir de un convenio que firmaron las autoridades de la Cooperativa La Reginense, el Ministerio de Turismo de la Nación, el gobierno de Río Negro y el municipio de Regina. El primero aportaría la infraestructura edilicia y los tres organismos del Estado el financiamiento para la ejecución del proyecto.

Este programa de financiamiento se cayó, aunque la idea se mantuvo firme y en 2021 dentro del programa del Ministerio de Turismo de la Nación “50 Destinos”, se acordó una nueva línea de financiamiento para la construcción de este espacio.

El museo en sí contará con un área de información, muestra en imágenes y productos que elaboraron y elaboran bodegas y sidreras de Río Negro. El espacio que está en construcción, tendrá además una vinculación con el área de piletas de que históricamente se utilizaron en La Reginense para elaborar las sidras que dieron reconocimiento nacional a esta cooperativa que nació en 1925.


“La nueva estructura que se está levantando será un salón ubicado en el frente de La Reginense. La idea del proyecto no es anexar, pero sí tener la posibilidad de visitar la primera nave contigua a la de la ampliación, para incorporarla dentro del circuito turístico de visita de la actividad productiva que hacía La Reginense”, explicó la arquitecta Lucrecia Yuñez, integrante del área de Infraestructura del Ministerio de Turismo de Río Negro, a cargo de la ejecución del proyecto.

Dentro del proyecto de construcción, se proyectó el acondicionamiento con iluminación artificial y natural de la nave de La Reginense que estará habilitada para las visitas. comentó la arquitecta.


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