Después de tres años culminó La Niña: qué se espera en la Patagonia

El fenómeno fue uno de los más largos de la historia. Se inició en agosto del 2020 y se extendió hasta marzo de este año. Para la Patagonia significó olas de calor y déficit de lluvias.

El fenómeno está inactivo y ya no tiene impacto en nuestro territorio”. Después de generar estragos en la región cordillerana durante 3 años, con el final del verano, el fenómeno La Niña también llegó a su fin.

“Si bien algunas instituciones, como el Servicio Meteorológico Nacional, prefieren esperar a que pase un tiempo prudencial, cuando los cambios son tan destacados, ciertos fenómenos se dan por finalizados. Hoy, las aguas del Océano Pacífico transitan valores normales y dejaron de estar tan frías. Esto lo advertimos desde mediados de febrero”, detalló Natalia Gattinoni, licenciada en Ciencias de la Atmósfera.

Dijo que, por un lado, se monitorea la temperatura de la superficie del mar y la circulación de la atmósfera. “El agua del Océano pasó de estar por debajo de los -0,5 grados a estar por encima de los 0,1 grados. Este calentamiento es el indicio de que nos despedimos de La Niña”, señaló Gattinoni.

Estas variaciones generan cambios en la atmósfera que se ven reflejados en los vientos y las precipitaciones.

“¿Cómo nos damos cuenta de que finalizó La Niña? Las aguas en esos dos niveles del océano empiezan a tener valores más cálidos. Y la atmósfera deja de tener el patrón de circulación propio de una Niña”, agregó esta investigadora del Instituto de Clima y Agua de INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) Castelar.

La novedad es que el último fenómeno de La Niña fue uno de los más largos de la historia, después de los fenómenos de 1954, 1973 y 1998. En esta oportunidad, se inició en agosto del 2020 y se extendió hasta marzo de este año. Para Argentina significó olas de calor, escasez de lluvias y la peor sequía en 60 años.

“La Niña tiene distintas intensidades y por lo tanto, impactos”, indicó y aclaró que se siente más fuertemente durante los meses más cálidos. “En la cordillera, la señal han sido las lluvias deficitarias y las temperaturas cálidas”, resumió.

En este momento, aclaró, se está ingresando en una fase de neutralidad. ¿Qué significa? No es La Niña, tampoco El Niño. Ya no habrá déficit de lluvias, pero hay desconcierto respecto a qué pueda ocurrir en trimestre que va de abril a junio.

“Que sea neutral significa que no tiene incidencia en los patrones de lluvias y temperaturas, está inactivo. Entonces, podemos tener un año neutral cálido o más frío, según se acerque a esos parámetros de referencia, con o sin lluvias y con la participación de otros fenómenos climáticos. Es por eso que en esta fase tenemos poca certeza de lo que pueda pasar. Hay que valerse de otras herramientas para hacer los pronósticos a largo plazo”, precisó.

Manifestó que, según el pronóstico estacional del Servicio Meteorológico Nacional, la Patagonia tendrá un trimestre con condiciones climatológicas normales de lluvias y temperaturas. “El pronóstico da esperanza”, dijo.


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