Gripe aviar en Río Negro: cómo surgió el brote en la granja de Pollolin

Los dueños de la empresa de Cipolletti manejan con mucho hermetismo el brote de influenza aviar que surgió en el criadero de pollos de Mainqué. Desde el Senasa aclaran que se puede seguir consumiendo pollo y huevo.

En el país, la región e incluso en el Alto Valle preocupa la situación que se generó con el descubrimiento de casos de gripe aviar. Durante los últimos días se confirmaron casos en Neuquén y en Río Negro. Este último fue el escenario donde se registró el primer caso de gripe en aves de corral, en una empresa que distribuye productos derivados del pollo en Cipolletti.

A nivel nacional los organismos trabajan para controlar y custodiar tres escenarios posibles; el silvestre, el traspatio y el comercial. Si bien en el Alto Valle hay muchas intervenciones por parte de los organismos, hay poco diálogo con la empresa comercial Pollolin, lugar donde se detectó el primer caso en aves de corral.

Según informaron fuentes del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), el primer caso del sector comercial se detectó en una granja de pollos parrilleros de la localidad de Mainqué. Allí el virus habría ingresado por una falla de bioseguridad”, manifestó Rodolfo Acerbi, vicepresidente del Senasa. En consecuencia, debieron sacrificar alrededor de 65 mil animales que se encontraban en ese establecimiento.  

Por su parte, el gerente de la empresa Pollolin, Fabian Maionchi se limitó a informar que el Senasa se encuentra a cargo de operativos en la granja. Tampoco precisó cómo llegó el virus al establecimiento o cómo trabajan para evitar la propagación.

Actualmente la empresa muestra un gran hermetismo desde que se hizo público el brote y eso generó una fuerte incertidumbre en la sociedad, mucho más con el antecedente cercano de la pandemia que también involucró el contagio por animales. En estos tiempos y con ese antecedente cercano, es de vital importancia que los actores involucrados briden información clara y precisa a la sociedad.

A nivel nacional el hallazgo en la granja comercial provocó que el país perdiera su estatus de zona libre de influenza aviar, por lo tanto, se suspendieron las exportaciones.  

“La detección del caso en Río Negro obligó a que el Senasa informara a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) que tenemos el primer caso de influenza aviar altamente patógena en aves de corral. Por lo tanto, se deben suspender las exportaciones porque la mayoría de los certificados inician con que las aves o sus productos son libres de influenza aviar”, manifestó Acerbi.

Gripe aviar en Río Negro: se puede seguir consumiendo pollo o huevo


Sin embargo, explicó que existen miles de contenedores viajando a diferentes destinos. Estos salieron antes de que se detectara el primer caso. Desde el organismo informaron que la gente puede seguir consumiendo el pollo o huevo.

Se espera que, en el corto plazo, en 60 o 90 días la situación pueda revertirse, pero esto dependerá de la aceptación de los diferentes bloques. “Sabemos que es importante para el país exportar, son cerca de 400 millones de dólares al año que por ahora están detenidos”, relataron desde el Senasa.  

También aseguraron que el rol de los veterinarios de las empresas será fundamental para controlar la situación. Actualmente no existe una vacuna ni factor biológico que pueda prevenir la influenza aviar, y tampoco se puede prohibir el movimiento de las aves ya que ellas llevan la enfermedad a diferentes lugares.  


Gripe aviar en Río Negro: las empresas deben extremar medidas de bioseguridad


Desde el Senasa solicitaron que las empresas del sector productivo extremen los cuidados y medidas de bioseguridad en las granjas comerciales. La bioseguridad es el conjunto de medidas que deben ser adoptadas diariamente para prevenir la entrada y salida de gérmenes causantes de las enfermedades aviares. Ante la emergencia es necesario que en las granjas mantengan el alambrado perimetral en buen estado y la puerta de acceso siempre cerrada.

También, quienes ingresen a la granja deben utilizar botas y overoles limpios y desinfectados. Deben revisar que las herramientas que ingresan al establecimiento estén desinfectadas. Si se observan aumentos repentinos de mortalidad y disminuciones abruptas de postura, consumo de alimento o agua, los hallazgos deben comunicarse inmediatamente al veterinario responsable del Senasa y al de la empresa.        


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