Difícil situación para los apicultores del valle de Viedma

La sequía, el uso de agroquímicos y la falta de flores influyen en la merma de la producción local. Además, "el valor de la miel es el más bajo en los últimos 35 años" afirman desde el INTA.

La producción de miel atraviesa uno de los momentos más complicados en la zona del Idevi donde conviven unos 35 apicultores que luchan contra la disminución de colmenas y abejas debido a múltiples factores, incluyendo la expansión de otras producciones, como la cebolla, la sequía y el uso de agroquímicos.

«Existen normativas para regular el uso de agroquímicos, que tienen que ver con las buenas prácticas agrícolas en establecimientos rurales, más específicamente en aquellos que tienen que ver con la producción vegetal. Lo que no existe son las capacidades para poder llevar a cabo acciones que vinculen a esos sistemas y que de alguna forma se cumplan esas condiciones», sostuvo Germán Balbarrey, ingeniero agrónomo y referente del INTA, quien se dedica a la producción desde hace 35 años.

Detalló que en Río Negro se conformó un Concejo Provincial apícola en el que participan distintos sectores privados y públicos y «se está teniendo acercamiento en el ámbito que involucra a la abeja, generando capacitaciones, y acciones que están dando resultados».

Sobre la situación de las colmenas Balbarrey explicó que se realiza un seguimiento para conocer las causas de la mortandad. “Por un lado, hay una punta que tiene que ver con cómo se han ido intensificando los modelos productivos, particularmente en Idevi”.

En ese sentido hizo referencia que entre las alternativas productivas con más alto rendimiento están «los avellanos y tenemos más de 2.500 hectáreas de cebolla. La ganadería cada vez más extensiva, la horticultura está ocupando un espacio fuerte, y todos esos procesos de intensificación son uno de los problemas y que impacta sobre la disminución de la cantidad de flores».

Cuando crece la producción también hay «modelos que usan mucha cantidad de agroquímicos y algunos son muy nocivos, todo esto ocasiona mortandad. La otra es que se usa mucho producto artesanal, pese a que tenemos ahora medicamentos que están aprobados, usan mucho medicamento artesanal, todo esto también termina afectando».

El referente del INTA sostuvo que «no todo tiene que ver con que los agroquímicos están matando la abeja» y detalla que la sequía es otro de los factores que impacta seriamente en la producción. «En nuestra zona llovieron 150 mm desde que empezó el año, estamos pasando un momento crítico con la sequía. Acusar nada más que al uso de agroquímicos, es solo una parte el problema», afirmó Balbarrey.

También señaló que «la apicultura está en caída libre» por esos factores y que «el valor de la miel es el más bajo en los últimos 35 años. La realidad es que venimos con precios deprimidos, sistemas productivos que no están preparados para abordar otra cosa que no sea la miel como producto principal».

Balbarrey opinó que «en nuestro Valle tenemos otras alternativas, podemos producir miel, jalea real, polen, la realidad es que no estamos capacitados para generar modelos diversificados que permitan aguantar un poco más. Si queremos ajustarlo a un solo factor es demasiado acotada la visión».

En la zona del Idevi hay alrededor de 35 apicultores «con una diversidad de tamaños y de escalas de producción muy diferentes». Indicó que «3 o 4 están por encima de las 500 colmenas, un 30% está en las 150, y después tenés una cantidad gigante de pequeños apicultores, que van desde los muy aficionados, hasta los que tienen una escala un poco mayor».

El referente del INTA afirmó que la cantidad de apicultores disminuye porque «es muy difícil con los números de hoy, pagar gente y así se genera una retracción del sistema productivo».

El crecimiento de otros cultivos deriva en la utilización de agroquímicos o medicamentos artesanales para proteger sus cultivos de plagas que tiene un impacto en las abejas que están siendo afectadas.
Las abejas desempeñan un papel crucial en la polinización de plantas. Muchos cultivos, como frutas, verduras y nueces, dependen de la polinización de las abejas para desarrollar frutos. Sin abejas, la producción de estos alimentos podría verse afectada.

El valor de la miel es el más bajo en los últimos 35 años. La realidad es que venimos con precios deprimidos, sistemas productivos que no están preparados para abordar otra cosa que no sea la miel como producto principal».

Germán Balbarrey, ingeniero agrónomo y referente del INTA.

Adrián Pordomingo, uno de los apicultores locales, afirmó que «el Idevi ha sido testigo de un aumento en la siembra de cultivos como la cebolla, que requieren el uso de agroquímicos para protegerse de plagas. Aunque estos productos son efectivos para los agricultores en la protección de sus cosechas, también están teniendo un efecto negativo en las abejas». Agregó que «la muerte de poblaciones de abejas no solo representa una pérdida para los apicultores locales, sino también un golpe para la polinización de los cultivos en la región. Se estima que alrededor del 70% de la polinización de cultivos es realizada por abejas y otros polinizadores naturales».


Piden mayores controles por el uso indebido de agroquímicos


A pesar de las advertencias y preocupaciones planteadas por los apicultores, la regulación y la concienciación sobre el uso responsable de agroquímicos en el Idevi siguen siendo insuficientes y representa una amenaza para la apicultura en la región.

Pordomingo, insta a «la implementación de campañas de concienciación, inspecciones más rigurosas y multas para quienes no cumplan con las regulaciones existentes». Además, hace hincapié en «la necesidad de encontrar un equilibrio entre la producción agrícola y la protección de las abejas, que son esenciales para el proceso de polinización y, en última instancia, para garantizar la seguridad alimentaria en el Idevi».

Carmen Silva, otra productora de miel, remarco «la falta de control que hay y el mal uso de los insecticidas», contó que «no controlan los horarios de aplicación y no tienen en cuenta las colmenas que están en un cultivo pegado al de ellos, el del girasol, no mira que el del melón o el del zapallo están necesitando las colmenas para polinizar, así que como no las necesitan fumigan sus cultivos y no ven lo que hay debajo».

Agregó que «la exposición de las abejas a cultivos fumigados conlleva a la recolección de polen contaminado, que luego se lleva a la colmena, resultando en la contaminación de la cría. Esto, a su vez, afecta la salud y la vida útil de las abejas, ya que las abejas que nacen en este entorno tienen una vida más corta y sistemas inmunológicos más debilitados».


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