El adiós a “La Chomi”, mujer pionera de los parajes Pucará y Hua Hum en el corazón de Neuquén
El Parque Nacional Lanín despidió a Doña Dominga Leiva, pobladora histórica de los parajes Hua Hum y Pucará. Su legado de trabajo, comunidad y amor por la naturaleza sigue marcando a las nuevas generaciones.
El viento de la cordillera sur de Neuquén, ese que sopla entre montañas y frontera, hoy lleva consigo el nombre de Doña Dominga Leiva, conocida por todos con cariño como «La Chomi». Tenía 87 años y fue despedida con profundo afecto por su familia, vecinos y amigos de los parajes Pucará y Hua Hum, donde dejó una huella imposible de borrar.
Quién fue Doña Dominga Leiva
El Parque Nacional Lanín expresó sus condolencias a las familias Leiva y Castro, “reconociendo la trayectoria y el legado de una familia que forma parte de la historia viva de nuestra región”. Desde la institución recordaron que Doña Dominga “construyó un hogar lleno de afecto, transmitiendo su legado de amor, cuidado y conservación de la naturaleza”.
Los parajes Pucará y Hua Hum se encuentran al suroeste de San Martín de los Andes, en el corazón del Parque Nacional Lanín, muy cerca del paso fronterizo hacia Chile. Son territorios de una belleza agreste y profunda, donde los bosques de coihues y lengas se mezclan con los ríos de deshielo. Allí, entre montañas, viven desde hace generaciones familias crianceras y pobladores rurales que sostienen tradiciones ancestrales, el pastoreo, la vida comunitaria y el respeto por la naturaleza.
Doña Dominga nació el 12 de enero de 1938 en el paraje Hua Hum (Rancho Quemado), donde la frontera entre Chile y Argentina se disuelve “en viento y montaña”. Fue una de las pobladoras pioneras del lugar. Mujer de raíces profundas y mirada sabia, hizo del territorio su hogar y de la comunidad, su familia extendida.

En 1958 conoció a Don Pedro Segundo Castro, llegado desde Ruca Choroy al paraje Pucará. Juntos formaron un hogar de crianceros, donde el trabajo, la dignidad y el compromiso con la tierra marcaban cada jornada. Su vida fue testimonio de resistencia, ternura y coraje.
Su familia la recordó así: “La Chomi fue niña curiosa, mujer de manos sabias, madre de carácter firme y abuela de alma abierta. Aprendió mirando, tejió con lo que tenía: lana, silencio, intuición, curó con plantas, con palabras, con presencia. Ella sabía que el territorio no es solo tierra: es cuerpo, es historia, es derecho a existir, crio aves, sostuvo su casa con trabajo y dignidad«.
«No pidió permiso para ser fuerte, no pidió perdón por poner límites y nunca dejó de abrir la puerta a quien cruzara la frontera buscando abrigo», destacó, y «hoy, su memoria vivirá en cada rincón del paraje, en cada historia contada junto al fuego, en cada gesto de solidaridad que aprendimos de ella».
Doña Dominga Leiva fue raíz, fue abrigo, fue voz. Y seguirá siendo guía para quienes la conocieron y para quienes heredaron su legado.
El viento de la cordillera sur de Neuquén, ese que sopla entre montañas y frontera, hoy lleva consigo el nombre de Doña Dominga Leiva, conocida por todos con cariño como "La Chomi". Tenía 87 años y fue despedida con profundo afecto por su familia, vecinos y amigos de los parajes Pucará y Hua Hum, donde dejó una huella imposible de borrar.
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