Estudiantes de la Universidad del Comahue ganaron el mayor certamen de litigación penal de Latinoamérica: «Lograr esto es enorme»
El equipo Lipeco hizo historia tras ganar el XV Concurso Nacional Universitario de Litigación Penal, el certamen de simulacros presenciales más importante de Latinoamérica. Participaron 29 universidades de 17 provincias y dos estados mexicanos.
Luego de meses de estudio y preparación, el equipo del Club de Litigación Penal del Comahue (Lipeco) llegó la semana pasada a Mar del Plata con un objetivo claro: representar a su universidad en el prestigioso XV Concurso Nacional Universitario de Litigación Penal (CNULP) 2025. Tal fue así que el grupo integrado por estudiantes, docentes y graduados/as no solo se alzó con el primer puesto en el certamen de simulacros presenciales más importante de Latinoamérica, sino que hizo historia en la trayectoria académica de la carrera. «Lograr esto es enorme», expresaron los estudiantes.
Sofía Mariu, Zarina Casanova, Agustina Artiagas, Ramiro Ramírez, Jorgelina Montero, Candela Barros, Belén Llargués, Martina Medel, Camila Godoy, Mauricio Seguel y Simón Ribeiro integraron el equipo que representó a la Universidad Nacional del Comahue en el torneo nacional de juicios simulados.
“El camino es mucho más largo de lo que parece porque hay gente que viene trabajando hace muchísimo para todo esto”, contó Ramiro, vocero del equipo. En julio compitieron en una instancia regional en La Pampa, donde los resultados los impulsaron a redoblar esfuerzos para llegar con nivel al nacional. Desde septiembre se reunieron todos los sábados y también durante la semana.
El certamen llegó el cuatro de noviembre y se realizó en la Universidad de Mar del Plata. Reunió a 29 universidades, 27 de Argentina y dos de México, y consistió en una serie de juicios simulados en los que los equipos asumen el rol de litigantes.
En la primera audiencia, Camila Godoy y Ramiro representaron a la UNCo frente a la Universidad de Buenos Aires. “Nos fue bastante bien”, dijo con orgullo. En la segunda ronda, Mauricio Seguel y Guadalupe Heuberguer se enfrentaron a la Universidad de la Cuenca del Plata, de Misiones. El último caso fue para Candela Barros y Sofía Mariu contra la Universidad Austral, sede Pilar. “También nos fue bien, así que ya teníamos los puntajes para pasar de ronda».
El miércoles a la noche, en el auditorio de la Universidad Nacional de Mar del Plata, se anunciaron los equipos clasificados. “Se hacía presencial y era una emoción enorme. Anunciaron los primeros siete puestos y nosotros no estábamos. Pensamos que habíamos quedado afuera”, recordó Ramiro.
Sin embargo, algo inesperado sucedió: “La organizadora dijo que era la primera vez en la historia del concurso que empataban dos universidades. La regla decía que pasaba la que hubiera obtenido el puntaje más alto en alguno de los tres juicios, y fue por el que hicimos contra la UBA”.
Sin esperarlo, el equipo se metió entre los ocho mejores equipos del país. “La UNCo viene participando hace muchísimo tiempo del concurso y nunca habíamos logrado pasar de ronda. Este año teníamos un equipo completamente nuevo. Pasar de ronda para nosotros era salir campeones ya», expresó el estudiante.
Con la clasificación asegurada, el equipo volvió a litigar al día siguiente. El jueves por la mañana, Camila y Ramiro se enfrentaron a la Universidad Nacional del Nordeste en los cuartos de final y lograron avanzar. Por la tarde, Mauricio Seguel y Candela Barros disputaron la semifinal frente a la Universidad del Valle de Matatipac, de México, donde también ganaron.
La final llegó el viernes al mediodía, contra la Universidad Nacional de Rosario. A diferencia de las instancias anteriores, que habían sido evaluadas por jueces técnicos, la definición fue por jurado popular, integrado por personas de distintas edades y perfiles. “El jurado tenía que representar todas las franjas etarias. Se hizo incluso una audiencia de selección, como en la vida real. Y bueno, ganamos tanto en el veredicto del jurado como en el de los evaluadores», contó Ramiro.
El viaje a Mar del Plata fue posible gracias a la solidaridad de muchos. “La universidad nos ayudó con el alojamiento, Diputados de Neuquén con algunos pasajes, la Facultad de Derecho con otros y la Municipalidad de Roca también colaboró. Los profesores donaron los honorarios que ganan en la facultad para que nosotros pudiéramos ir”, remarcó el estudiante. «Es todo a pulmón».
Más allá del resultado, Ramiro remarca el valor simbólico de lo que lograron: “No es solo ganar el concurso como tal, sino poner a la universidad pública en foco, en un momento en donde quizás son un poco criticadas. Lograr esto es algo enorme”.
La alegría del título también trajo un impulso para los que vienen. “Ellos siempre hablan del concepto de la rueda: los primeros profes enseñaron a los primeros litigantes, esos litigantes a otros, y esos otros nos enseñaron a nosotros. Ahora nos tocará enseñarles a los que vengan”, dijo Ramiro, que con 23 años cursa el último año de la carrera.
Con esfuerzo, compañerismo y una fuerte convicción en la educación pública, el equipo de la UNCo demostró que se puede llegar a lo más alto. “Pasar de ronda para nosotros era salir campeones ya. Ganar fue mucho más».
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