Intensifican los controles de las motos en sectores del parque Nahuel Huapi

Los guardaparques fiscalizarán la zona del Valle del Challhuaco y el cerro Carbón con fuerzas de seguridad.

Los guardaparques del parque nacional Nahuel Huapi colocaron cartelería que advierte sobre la prohibición de la circulación de motos fuera del camino vehicular para ingresar en la zona del Valle del Challhuaco y el cerro Carbón.

Desde el parque advirtieron que intensificarán los controles con fuerzas de seguridad. El acta de infracción en estos casos puede estar acompañada del secuestro de la moto.

El primer cartel se colocó en el sector del Valle de los Perdidos. En ese lugar, a fines de marzo un grupo de motoqueros se negó a recibir las actas de infracción y se dio a la fuga.

“Esto se viene viendo desde hace muchos años y se intensificó en el último tiempo, sobre todo los fines de semana, cuando se ven motos en varios sectores del parque. En algunos casos, son reservas estrictas. Esos ambientes no están preparados para esa actividad. Implica un riesgo para la seguridad de las personas y genera impacto muy erosivo en el suelo, más allá de la contaminación auditiva”, aclaró el guardaparques de la zona centro, Matías de la Cruz.

En el caso del Valle del Challhuaco y el Cerro Carbón, advirtieron desde el parque, la circulación de motos altera e impacta en la conservación del senecio del cerro Carbón, un microarbusto endémico del parque nacional “que es considerado de valor especial y es altamente vulnerable”, indicaron desde el parque Nahuel Huapi”.

Además, señalaron, esta actividad produce la remoción, compactación, y formación de cárcavas o socavones que, con la llegada de las lluvias se hacen más profundas, “pudiendo llegar a producir desmoronamientos en un proceso erosivo muy probablemente irreversible”.

Genera también que las raíces queden expuestas, se quiebren ramas y se eliminen plantas. Afecta la fauna que habita en madrigueras por su destrucción y el ruido de los motores ahuyenta especies de aves que nidifican en la zona.

“La actividad impacta sobre microambientes naturales, como el caso de pequeñas charcos, arroyos o hilos de agua, utilizados por la fauna y la flora y que se ven destruidos por el tránsito de motos. Son muchas las denuncias que se reciben en relación con esta actividad ilegal, siendo aplicables fuertes multas a quienes no respeten estas normas”, señalaron.


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