Pies fríos: juntan zapatillas y medias en una escuela de Allen para combatir la deserción  

La escasez de recursos en las familias queda a la vista donde más duele: cada vez son más los chicos y chicas que faltan a clase por no tener calzado acorde.

La crisis económica acumulada, que en los últimos meses se agravó con velocidad, empezó a obligar a las instituciones públicas de la región a buscar soluciones para hacer frente a las necesidades que las afectan puertas adentro. Ese fue el caso de la comunidad de la Escuela N°299 “Fundación Pohlmann Trabandt”, de Allen, que convocó a los vecinos para armar un cajón de calzado que esté disponible para asistir a sus propios estudiantes, cuando sea necesario. Fueron sus propias docentes, directivas y porteras las que vieron en primera persona cómo los chicos y chicas comparten las zapatillas disponibles en su casa con algún hermanito más chico o cómo llegan a clases sin medias, a pesar de las jornadas de bajas temperaturas que ya se registran, conforme se acerca el invierno. 

Frente a esa urgencia, desde el colegio ubicado sobre la esquina de calles Llao Llao y Gregorio Maza decidieron activar la iniciativa, que se conoció días atrás a través del canal de Whats App del colegio y también por su cuenta de Facebook, donde subieron un flyer alusivo. “Tiene la finalidad de colaborar con estudiantes que estén atravesando situaciones económicas muy complejas. En muchas ocasiones el no contar con zapatillas interrumpe el proceso educativo”, recalcaron. 

La 299 es una escuela primaria de jornada simple, que ofrece refrigerio y que aplica una modalidad intercultural bilingüe, para la inclusión de niños de tradición boliviana. Gestionada desde 1975, funciona desde 1987 en el corazón del barrio Tiro Federal, en la zona noreste de la ciudad.

Al margen de su ubicación, allí no asisten sólo niños y niñas de su radio, sino oriundos de otros puntos de la ciudad, en función de las vacantes disponibles. Entre ellos es donde se empezó a notar la necesidad, que también aprieta en los hogares a ambos lados del ejido: de los barrios El Progreso, Norte, 11 de noviembre y la Colonia ladrillera “12 de Octubre”, por un lado, y desde el Vidriera I y II, desde el otro extremo de la localidad. 

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Alejandra Aros, directora de la institución, contó sobre los detalles de la colecta, que apunta a calzado desde el N°33 en adelante y a medias del tipo que sean, todo lavado y sano. Esperanzada, la profesional celebró que ya recibieron los primeros aportes, junto con Galia Rebolledo (Vice Turno Mañana) y Adriana Vedia (Turno Tarde). Sin embargo, todo se da en medio de horas complejas por el temporal de lluvia, que los obligó a suspender las clases para evitar riesgos con el servicio eléctrico, mojado por las pérdidas de agua que humedecen el techo y las paredes del edificio.

¿Y cómo transitar las calles, aún de tierra, intransitables de tanto barro acumulado? En la lista de factores, cabe decir que tampoco comenzó el servicio de transporte escolar, a pesar de las distancias que alejan a varios hogares de la sede. Si bien los padres se las ingenian para llevarlos, es imposible relajarse cuando ahora las “seños” notan que sus estudiantes no tienen con qué acercarse, ni siquiera caminando.

“El país está atravesando una situación compleja en lo económico y la mayoría de los chicos proviene de familias numerosas”, en las que cuesta comprar algo nuevo para cada uno, explicó Aros. Por eso buscan que este cajón esté disponible para cuando lleguen con los pies mojados y necesiten medias de recambio, también para cuando las zapatillas queden chicas o estén demasiado deterioradas. Los interesados pueden acercarse en horario de 8 a 12 y de 14 a 17 horas. 


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