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Por el impacto humano, ponen manos a la obra para remediar un mallín de alta montaña

Está junto al refugio Frey. Las pisadas generaron efectos en el suelo, la flora y los anfibios de este ambiente natural. El proyecto, que tiene financiamiento internacional, terminó su primera etapa.

Con una tarea manual, que implicó un esfuerzo físico importante, y un mes de trabajo intensivo, un equipo de personas vinculadas a la montaña y dos ecólogas de Bariloche pusieron manos a la obra en la tarea de remediar el mallín lindero a la laguna Toncek, a metros del refugio Frey, afectado por el impacto de las pisadas.

El mallín tiene una superficie de 18 hectáreas y está inserto en el parque nacional Nahuel Huapi. Está ubicado en la zona sur de la laguna, un área que se recorre para acceder a la laguna Schmoll o para realizar el trekking que conduce al filo del Catedral o al refugio Jakob. También es habitual paseo para quienes llegan al refugio y desean explorar la zona y descansar junto al espejo de agua.

Pero en este espacio, importante para la regulación hídrica, de rica variedad de flora y anfibios, había tantas sendas visibles que el impacto de las pisadas se hizo evidente en el mallín. Por eso, las ecólogas Mariana Chiuffo y Clara Pissolito, junto al refugiero del Frey, Santiago Romera, idearon el proyecto Walk the trail, que el año pasado obtuvo financiamiento de la organización European Outdoor Conservation Association (EOCA) para “disminuir el impacto del uso recreativo intensivo sobre el mallín al Oeste del refugio, modificando la senda existente y evitando que el tránsito humano genere compactación e impacto en la comunidad de plantas”.

Con piedras se demarcó el camino sobre el mallín para reducir el impacto. Foto: Gentileza

Para acceder a los fondos, cercano a los 30.000 euros, el proyecto participó de un sistema de votación entre 250 iniciativas de todo el mundo y resultó ganador en la categoría Wild Places. Y en marzo pasado se concretó la primera etapa del plan con “tareas de mejoras en la senda en la margen norte de la laguna y restauración en las zonas impactadas por la creación de sendas informales y exzonas de acampe”, explicó a RÍO NEGRO Mariana Chiuffo, impulsora del proyecto.

“Es una zona con vegetación baja en la que la senda no está bien delimitada, eso conduce a que no resulte del todo claro por dónde hay transitar, que se generen sendas informales y que el área impactada sea mucho mayor”, señaló la ecóloga e investigadora del Inibioma.

El proyecto Walk the trail permitió comenzar con las tareas de remediación del mallín ubicado junto al refugio Frey, en Bariloche. Foto: Gentileza

La premisa es “delimitar bien la senda y utilizar herramientas en términos de diseño adecuadas para para cada terreno”. En los sectores donde se encuentra el mallín, por ejemplo, se colocaron piedras para guiar las pisadas y evitar un impacto en el suelo, y que a su vez permite que el flujo del agua continúe sin afectar la dinámica hídrica del lugar.

La propuesta prevé restaurar la vegetación en la actual senda y en los alrededores, y también apunta a concientizar a quienes visiten la zona en el cuidado ambiental, el comportamiento adecuado y la importancia de los mallines. En este sentido, resaltan la importancia de que los visitantes respeten y caminen por senderos y superficies duras.

La primera etapa de las tareas se realizó en marzo con los impulsores del proyecto y la Cooperativa Senderos Patagonia, integrada por guías de montaña y personas vinculadas a la actividad, quienes tienen experiencia en este tipo de senderos en el parque Perito Moreno. En paralelo se realizó la primera charla en el refugio a cargo de Claudio Chehebar, referida a prácticas y técnicas de bajo impacto para disfrutar la naturaleza sin dañarla y el próximo 22 de abril será el segundo encuentro sobre “Impactos ambientales en áreas protegidas y su percepción social”, a cargo de Clara Pissolito y Alondra Crego, y el “Valor ecológico de los ambientes acuáticos de alta montaña y su conservación”, a cargo de Marcela Bastidas Navarro y Nicolás Martyniuk.

Las ecólogas Mariana Chiuffo y Clara Pissolito impulsaron el proyecto para mejorar el mallín junto a la laguna Toncek, a 1.700 msnm. Foto: Gentileza

Chiuffo, destacó que también se comenzó a trabajar de manera conjunta con el parque Nahuel Huapi para avanzar en otra arista del proyecto que tiene que ver con la señalización y cartelería, que tendrá consignas vinculadas al respeto de la senda y al impacto que se puede generar en el ambiente. El organismo nacional además colaboró en la logística del traslado en helicóptero de las herramientas y materiales.

La segunda etapa, que continuará con la restauración y mejoramiento de sendas, se iniciará en la primavera y se espera que llegue un segundo desembolso del financiamiento para continuar.


Una idea que se construyó de manera colectiva


Integrantes de la Cooperativa Senderos Patagonia, se sumaron a las tareas para recuperar el mallín ubicado junto a laguna Toncek. Foto: Gentileza

En 2019, Clara Pissolito y Mariana Chiuffo, dos ecólogas amigas llegaron al refugio Frey para una visita y para “llevar material sobre la flora aledaña al refugio” que había surgido de un proyecto en el que una de las investigadoras estuvo involucrada y que muestra que las pisadas pueden afectar la riqueza de plantas, además del evidente el deterioro en la zona del mallín.

Así surgió un intercambio con el refugiero Santiago Romera, que había participado de la construcción de sendas en el parque Perito Moreno, y comenzó a gestarse la iniciativa, que se presentó en 2020 en el programa de financiamiento internacional de la organización European Outdoor Conservation Association (EOCA) y fue seleccionado el año pasado.

El malín remediado tiene una superficie de 18 hectáreas y está a metros del refugio Frey. Foto: Gentileza

Se planteó como objetivo principal “mitigar el impacto de las actividades recreativas en el mallín aledaño al refugio Frey” y como premisas específicas, mejorar el sendero para minimizar el impacto en comunidades de plantas delicadas y humedales que rodean la laguna Toncek; la reconstrucción y señalización del sendero para desestimular el uso de sendas informales y colocar señalización con fines educativos.

También actividades de restauración activa (decompactación, revegetación) y pasiva (cierre de sendas informales) en áreas afectadas por la alta afluencia de visitantes.

Además se plantea realizar actividades para concientizar sobre el valor y la vulnerabilidad de los ambientes altoandino, y sobre las mejores prácticas para disfrutar y proteger nuestras áreas naturales.

Mariana Chiuffo, Clara Pissolito y el refugiero Santiago Romera (der) impulsaros el proyecto Walk the trail, junto a Claudio Chehebar. Gentileza

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