Zatti, el Santo de Viedma que ahora reconoce la Iglesia

El enfermero que desarrolló toda su obra en la capital rionegrina es el tercer santo argentino y el primero de la Congregación Salesiana, con destacada presencia en la Patagonia, en más de 70 años. Su canonización en el Vaticano tuvo presencia local.

 La Iglesia Católica, encabezada por el Papa Francisco, nombró esta madruga a Artémides Zatti como uno de sus nuevos santos.

Todo un acto de justicia para una persona que ya tenía ese reconocimiento popular entre quienes fueron contemporáneos y de varias generaciones posteriores de viedmenses que escucharon de primera mano la vida de Zatti al servicio de los demás.

Tal vez ese sea su mayor valor. Porque además de lo que significa su santificación para la liturgia católica y sus creyentes, este destacado enfermero nacido en Italia y nacionalizado a pocos años de llegar a nuestro país; tiene desde hace mucho el reconocimiento de la comunidad. Mucho antes que se iniciará su proceso de santificación en 1980.

Una vida de servicio, sus sacrificios y su trabajo como Coadjutor Salesiano lo llevaron ahora a un lugar reservado para pocos dentro de la Iglesia.

Su presencia palpable, aún hoy, en las calles de la capital de RíoNegro y sus frescos recuerdos lo transforman en un santo más humano.

«Zatti es el santo que tenemos al lado, la santidad de lo cotidiano» recordó el sacerdote salesiano Vicente Martínez Torrens (ver aparte) o «el más bueno de todos nosotros» como lo definió en varias oportunidades el intendente capitalinoPedroPesatti.

Entre las autoridades que participaron en la ceremonia en la Plaza de San Pedro estuvieron la gobernadora ,Arabela Carreras; el intendente Pesatti; el obispo Esteban Laxague; el párroco, PedroNarambuena; el secretario de Culto del gobierno nacional, Guillermo Olivieri; y la embajadora argentina ante la Santa Sede, María Fernanda Silva.

También asistieron familiares directos de Zatti, algunos arraigados en Boretto,Italia; y otros que viajaron desde la Argentina, como el sacerdote Franciscano Eduardo Zatti, radicado en Santiago delEstero, y sobrino nieto de Artémides.


Los milagros reconocidos


En la Argentina el milagro que lo declaró beato fue por la recuperación del sacerdote salesiano Carlos Bossio quien sufrió una septicemia múltiple en la década del ’80, tuvo más de un mes internado en el hospital Muñiz de Buenos Aires y después que los médicos le retiraron la medicación porque consideraron que no había más alternativas el religioso se recuperó.

La Iglesia supo que sus compañeros de seminario habían hecho dos novenas a Don Zatti pidiendo su recuperación y se consideró como el primer milagro.

El otro ocurrió en 2016 en Filipinas, donde una persona sufrió un accidente cerebro vascular (ACV) masivo, y los médicos dijeron que no tenía salvación.

El paciente tenía un hermano que también era Coadjutor Salesiano y fue él quien invocó a Zatti para su curación y el hombre sanó sin secuelas y eso se consideró un milagro tras la rigurosa investigación realizada por la Iglesia.


La vida de Artémides Zatti


La familia Zatti llegó al país el 9 de febrero de 1897, para escapar de las penurias económicas de Europa, se instaló en Bahía Blanca y el ahora santo llegó a Viedma con 20 años, para recuperarse de tuberculosis.

Fue contemporáneo de Ceferino Namuncurá, se recuperó y dedicó su vida a los enfermos como laico consagrado dentro de la Congregación Salesiana.

Desarrolló todo su tarea en el hospital de la capital rionegrina, a partir de 1903, donde fue enfermero, administrativo y farmacéutico. En 1950 comenzó a padecer un cáncer de pancreas y falleció el 15 de marzo de 1951 en medio del dolor generalizado de la comunidad. Hoy ya es un nuevo Santo de la Iglesia Católica.


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