Son tres los policías acusados de apremios en San Martín

Patricio Rodríguez

SAN MARTÍN DE LOS (ASM).- El fiscal Fernando Rubio confirmó que son tres los policías investigados por apremios ilegales en esta ciudad, y serán acusados de privación ilegítima de la libertad y vejaciones agravadas en concurso real, lo que podría implicar penas de hasta 12 años de prisión. Vecinos autoconvocados, familiares y amigos de uno de los menores víctima de los hechos ocurridos el pasado domingo, en tanto, realizaron una sentada frente a la céntrica Comisaría 23 en la que revista el agente Edgardo Infante, hasta ayer único detenido por el caso, quien permanecía alojado en la Alcaidía de Junín de los Andes. De forma pacífica, unas 40 personas se congregaron a las puertas de la unidad policial, con carteles que exigían el cese de la “violencia policial”. Algunos de ellos dieron cuenta de diversos casos de excesos y apremios ocurridos en los últimos meses en San Martín de los Andes. Una delegación de los manifestantes fue recibida por los jefes policiales. Los tres uniformados implicados en los sucesos del domingo último ya han sido suspendidos en sus funciones por la propia institución policial, que lleva adelante sumarios internos y administrativos independientes de la pesquisa judicial. Como se apuntó, el jefe de los fiscales de la Cuarta Circunscripción confirmó a este diario que al menos son tres los policías investigados, bajo la imputación de privación ilegítima de la libertad y vejaciones agravadas en concurso real. La pena por cada uno de esas figura va de dos a seis años, más inhabilitación perpetua para el ejercicio de cargos públicos. Como informó este diario en su edición de ayer, hay dos hechos sometidos a pesquisa. El primero tuvo lugar a las 6.20 de la mañana del domingo en la esquina de avenida San Martín y Rivadavia, en el que un joven era al parecer apaleado por agentes policiales. Un segundo caso El segundo episodio se inició con aquel, cuando un menor que circulaba a pie por San Martín en procura de un taxi, advirtió que el otro adolescente le era familiar y estaba siendo hostigado. En esas circunstancias, conforme la denuncia, el segundo menor, hijo de un efectivo local de Gendarmería, se acercó y pidió explicaciones a los policías, quienes reaccionaron arrestándole. Siempre según la denuncia, tras someterlo a una fuerte golpiza lo llevaron en la caja de una camioneta por el Camino de Siete Lagos, en dirección a Catritre, hasta que cayeron en la cuenta de que se trataba del vástago de un miembro de la fuerza federal de seguridad. Le pegaron varias veces más –dice la denuncia– y luego lo dejaron ir a modo de fuga simulada y primero amartillando un arma, para estupor de la víctima.

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