Soto y un balance positivo

Vóley

Se lo nota cansado, su voz suena como esos viejos parlantes que se rompieron de tanto uso. Su estado de ánimo es bueno, pero lleva en su mochila una mezcla de alegría y tristeza.

Camilo Soto, el hombre de Picún Leufú que formó parte del cuerpo técnico de la selección Argentina de vóley en Río 2016, llegó al país y soltó todo lo que vivió durante los Juegos Olímpicos.

“El balance es altamente positivo, pero con dos sensaciones muy encontradas. La tristeza de haber quedado eliminado estando tan cerca. Pero tranquilos por el nivel que se mostró y la imagen que dejamos”, largó el hombre que se sentó a la derecha del gran Julio Velasco durante los JJ. OO.

Argentina construyó una primera fase histórica. Terminó primera en el grupo y derrotó a varios peso pesados del vóley. El destino quiso que en cuartos el rival sea Brasil y allí el dueño de casa lo eliminó.

“Argentina está muy cerca de la elite. La idea es ser parte de la elite del vóley. Demostramos que estamos cerca, aún nos falta pero estamos muy cerca. Ahora hay que seguir laburando de esta manera”, afirmó Camilo, quién llegará mañana a Neuquén y en pocos días más volverá a Buenos Aires para trabajar con el seleccionado nacional sub-23.


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