¿Te gustaría tener una flor de loto en tu jardín? Historia y consejos

Para muchas personas la flor de loto es la prueba de que una vida audaz y sabia. ¿Por qué? Porque puede surgir desde los lugares más oscuros y expresa de forma abierta su elegancia y gran encanto cuando emerge de lugares pantanosos y poco agradable. Es nativa de países como la India y Vietnam. Nelumbo nucifera, tal es su nombre, es una de las dos especies pertenecientes al género Nelumbo, cuyo nombre vulgar es loto sagrado o loto indio, y a veces el de rosa del Nilo.


Es famosa la longevidad de sus semillas, que pueden germinar después de siglos. A esta flor se le han atribuido significados místicos o espirituales, referidos, sobre todo al triunfo del espíritu sobre los sentidos.

Esta flor nunca revela su interior, ya que casi siempre está totalmente cerrada.
En el budismo, el significado es el de la pureza del cuerpo y el alma. Tiene la capacidad de sobrevivir en entornos difíciles, como las zonas pantanosas. Es por eso que frecuentemente se la asocia con los complejos procesos vitales que debe enfrentar el ser humano. A la flor de loto se la considera una planta sagrada en China y la India. Es la flor nacional de la India.


En la mitología egipcia era signo de renacimiento y se asociaba con la pureza y luz espiritual. En la mitología griega, los lotófagos –pueblo cercano a África del Norte– se caracterizaban por comer el fruto de la flor que producía sueño y estado de amnesia. En la Odisea, Homero menciona a los lotófagos, tres hombres enviados a la isla con el fin de investigar, pero al consumir las flores ofrecidas por sus anfitriones olvidan volver al barco.

Mucho más cerca


Más allá de la historia, la literatura, las religiones y la filosofía, la flor del loto puede cultivarse aquí. Ana María Auer, del Vivero Novo Glauca de Neuquén, tiene variedades de esta milenaria flor.
Las principales características de la flor de loto son las de hojas de color verde brillante, redondas y flotantes. Las nuevas presentan pequeñas “pinceladas” de color marrón, según indica Auer.


Las flores blancuzcas y con centro amarillo, se proyectan erectas sobre el agua, más altas que las hojas y tienen un tamaño aproximado que varía entre 10 y 16 cm. También existen otros colores y tamaños.
La flor de loto en general es una planta bastante resistente, con pocas exigencias y de fácil mantenimiento. No es una planta de interior sino de exterior ya que requiere de lugares abiertos y muy soleados. Para su correcto desarrollo necesita de aguas tranquilas, aunque éstas deben ser renovadas periódicamente durante primavera, verano y otoño.

“Si bien la flor de loto vive en un ambiente acuático, necesita enraizar en tierra. El sustrato debe ser enriquecido y renovado anualmente para que pueda absorber los nutrientes necesarios y deben ser retiradas las hojas secas y flores marchitas a fin de evitar la contaminación del agua por materia orgánica en descomposición”, explica Ana María.
Entre los lugares donde pueden crecer y ser cultivadas se encuentran estanques, lagunas, lagos pequeños. Lo importante es considerar una profundidad mínima de 60 cm. La flor de loto se reproduce por semilla, rizoma o por división de mata. “En Neuquén, florece durante seis meses –desde octubre/noviembre hasta abril aproximadamente– y sus hojas se ven muy turgentes, y durante los meses restantes, de mayo a octubre, pierde sus hojas y en algunos casos hasta pareciera desaparecer ya que ingresa en un período de latencia”, acota Auer que afirma que resiste muy bien las heladas.


Un poco de historia


Novo Glauca es un emprendimiento de Ana María Auer en la producción y venta de plantas que surge con la intención de retomar lo que en la década del ´80 iniciaron los padres, Daniel Auer y Clara Pierini, “Vivero Glauca”.
Por aquellos años, la actividad agronómica de la familia Auer en Neuquén estuvo centrada en el paisajismo y la jardinería, además de la producción de plantas de interior y exterior.


El salón de exposición y venta se encontraba en la calle Félix San Martín al 1300, frente a la ruta 22 y visitar el vivero brindaba la posibilidad de reencontrarse con un mundo de colores, formas vegetales variadas y composiciones de macetas con diseños de buen gusto. “Significaba un momento de “recreación estética” y por sobre todas las cosas, una atención personalizada y de asesoramiento directo”, recuerda Ana María y afirma que este emprendimiento de “Vivero Novo Glauca” aspira a darle continuidad a aquello, resignificando la historia familiar con estilo propio.


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