Lemon Cash: Criptomonedas para todo el mundo

Entender el mundo de las criptomonedas no es para cualquiera. Hay lógicas, valuaciones, monedas y tecnologías que requieren de cierto aprendizaje previo para poder sumergirse. Por suerte siempre surge alguien o algo que ayuda a bajar esos conceptos a una amplia mayoría que lo mira de afuera. 

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En el mundo cripto, Lemon Cash es uno de los jugadores claves que llegaron para allanar el camino de su uso en la vida cotidiana. Con su sistema que permite transferir pesos y tener criptomonedas para luego comprar en comercios con una tarjeta Visa o pagar servicios hogareños; su popularidad arrasó.  

El proyecto nació hace algunos años, pero fue durante la pandemia cuando encontró la versión final y más parecida a la que conocemos hoy. Fue en San Martín de los Andes, ciudad de origen de su fundador y CEO, Marcelo Cavazzoli; donde el proyecto comenzó a tomar forma. 

Así lo explica Ignacio Gimenez, Director de Negocios de Lemon, en diálogo con Generación EZ.   

“En plena pandemia, más o menos en mayo o junio del 2020, con toda la problemática que había para juntarse a trabajar; varios del equipo propusieron ir para el sur. Probar el producto que estaba en una fase beta y hacer un ‘Discovery’ allá, usar la ciudad para testear Lemon y ver su funcionamiento o cómo era la repercusión en la vida de las personas. 
Así que alquilamos una casa grande, fuimos varios del equipo, todos laburando ahí al mismo tiempo. Y nos vino súper bien para darle velocidad y validar las ideas. En ese momento la versión de nuestro producto estaba más pensada en un servicio B2B, enfocada en comercios. Íbamos a cada uno de los comercios en el centro de San Martín y le ofrecíamos un link de pago para que sus clientes puedan pagar con Bitcoin. Obviamente había una curva de aprendizaje enorme, pero empezamos a tener algunos comercios, ofrecer incentivos, tratamos de ir por la vía más tradicional del marketing. Después de ahí sacamos varios aprendizajes y algunas conclusiones. Empezamos a virar el producto más orientado al consumidor, conectándolo directamente con cripto a través de algunos productos ya tradicionales como es la tarjeta de Lemon para que puedan realizar compras. Facilitar el uso para que con sólo ingresar pesos directamente a la cuenta puedan tener cripto. Reducir la experiencia para que sea fácil, que sea rápida, que sea bien entendible, que cualquier persona que sepa o no de criptomonedas pueda usar Lemon”.  

P: ¿Ahí se les ocurrió lanzar la tarjeta? 

R: El gran acierto que al día de hoy tenemos fue «hackear” de alguna forma las tarjetas tradicionales y darle la capacidad, por ejemplo, al usuario de que además de que pueda pagar con pesos, también pueda usar cripto y pagar en cualquier comercio. Ahí es donde encontramos una beta bastante interesante que hoy, tres años después, la tarjeta se tradujo en nuestra punta de lanza para ingresar en el mundo Fintech y hacer el despegue. 
La tarjeta fue un éxito rotundo, ya tenemos más de 900.000 tarjetas emitidas y fue lo que nos catapultó también a tener estos más de dos millones de usuarios en la plataforma. 

P: ¿Cómo definirías a Lemon? 

R: Lemon es una billetera virtual que combina tanto el mundo más tradicional de pesos y dólares (el llamado dinero fíat) con el mundo cripto, todo en un mismo lugar. Es decir, es la herramienta o la puerta de entrada hacia el futuro del dinero de Internet, donde podés hacer todo lo que ya conocías y el valor agregado que traen las cripto.  

P: ¿Cuáles son los perfiles profesionales en sus equipos? 

R: Tenemos una estructura muy fuerte de ingeniería. En total somos unas 135 personas. Lemon es una empresa que se enfoca mucho en la experiencia del producto, nuestro mantra es enfocarnos en la experiencia que tiene el usuario. De manera que el equipo de producto trabaja muy alineado con el equipo de ingeniería.  
Después obviamente se complementa con todas las otras áreas. Dentro del equipo de producto tenés equipos de diseño, de UX, integrantes que plantean el producto más desde un alto nivel. También los equipos de Finanzas para los análisis de casos de negocio, entre otros. 
Hoy tenemos más de 2.1 millones de usuarios y abarca a varios países, aunque la base principalmente está en Argentina. Estamos presentes en Brasil y desde mayo de este año nos hemos extendido a cinco países más: México, Colombia, Perú, Ecuador y Uruguay. Así que son siete países en total en los que estamos presentes hoy. Tenemos más de 900.000 tarjetas emitidas, es como el gran hito que alcanzamos.  

P: ¿Cuáles son los planes de Lemon a futuro? 

R: Hoy te diría que el foco principal es empezar a crecer dentro de Latinoamérica, por eso empezamos a hacer como este “soft landing” en varios países. En Brasil ya tenemos un poquito más de historia, pero en los otros países es bastante reciente. Estamos empezando a entender dónde están las posibilidades de crecimiento del producto, hacia dónde queremos ir, qué tipo de producto queremos construir en cada lugar. Porque obviamente son países distintos, tienen sus matices, así que es un poco todo el trabajo que estamos haciendo ahora. 

Un mundo Fintech 

“Cuando recién arrancamos con la tarjeta era todo un descubrimiento. Ni Visa ni Mastercard, que eran proveedores con los que hablábamos, estaban recién haciendo este descubrimiento, estaban aprendiendo de lo que era cripto. Hoy, tres años y medio después, desde Lemon, hasta lo que son competencia directa de Lemon, todos tienen una tarjeta prepaga que tiene las mismas capacidades y hasta algunos le ponen inclusive un valor agregado. Esto quiere decir que ya la industria cambió un montón, creció un montón, se abrieron línea de producto nuevas, entonces ahí se marca un poquito el ritmo de que la industria sigue creciendo que tiene un montón de cuota todavía para crecer. 
La industria Fintech va a seguir creciendo a nivel infraestructura, se van a seguir sumando jugadores y ampliar más la gama de productos y servicios, van a aparecer muchísimas combinaciones de cada uno”, explicó Gimenez.