Receta rápida: budín de manzana y limón con crumble de pistachos, perfecto para meriendas especiales
Con una miga tierna gracias a la fruta rallada y una cobertura crujiente irresistible, esta preparación se convierte en el comodín ideal para acompañar el mate. Paso a paso, cómo lograr la humedad perfecta.
En el universo de la pastelería casera, encontrar el equilibrio entre sencillez y sofisticación suele ser el gran desafío. Sin embargo, esta receta de budín de manzanas y limón logra esa meta con creces: combina la frescura cítrica con la dulzura natural de la fruta, y remata la experiencia con una textura crujiente de pistachos que sorprende al paladar.
Lejos de las complicaciones de las tortas elaboradas, esta propuesta se destaca por ser una opción «de batido directo», ideal para resolver una merienda o un desayuno especial en menos de una hora. El secreto de su éxito radica en la humedad que aporta la manzana rallada a la masa y el contraste del streusel (arenado) en la superficie.
Si buscás una receta infalible para lucirte sin pasar horas en la cocina, tomá nota de este paso a paso.
Budín húmedo de manzana y limón con crumble de pistachos: ingredientes necesarios
Para que este budín salga perfecto, es fundamental respetar las proporciones. Esta lista rinde para un molde de budín estándar.
Para la masa:
- Harina: 2 tazas (puede ser leudante; si usás común, no olvides el polvo de hornear).
- Polvo de hornear: 1 cucharada (si no usaste harina leudante).
- Azúcar: 1/2 taza.
- Huevos: 2 unidades grandes.
- Materia grasa: 1/4 taza de aceite de girasol (garantiza mayor humedad que la manteca en la miga).
- Lácteo: 1 taza de leche.
- Perfil aromático: Ralladura de 2 limones (solo la parte amarilla para evitar el amargor) y 2 cucharadas de jugo de limón.
- El corazón de la receta: 1 taza de manzanas verdes ralladas (aprox. una unidad grande).
- Extra: Una pizca de sal para realzar sabores.
Para la cubierta crocante (Crumble):
- Pistachos: 1/3 taza (picados groseramente).
- Azúcar negra: 2 cucharadas (aporta color y humedad).
- Harina: 2 cucharadas.
- Manteca: 25 g (pomada/blanda).
- Especias: 1/4 cucharadita de canela.
Budín húmedo de manzana y limón con crumble de pistachos: el paso a paso de la preparación
1. Preparar el terreno. Lo primero es precalentar el horno a 180 °C (temperatura media). Mientras toma temperatura, enmantecá y enhariná el molde minuciosamente.
Este paso es clave para que el desmolde sea exitoso y no se rompa la estructura al final.
2. El secreto del crocante. En un bol pequeño, prepará la cobertura. Mezclá los pistachos picados, el azúcar negra, la harina y la canela.
Incorporá la manteca blanda y trabajá la mezcla con las yemas de los dedos o un tenedor hasta obtener un arenado húmedo. Reservá (si hace calor, podés ponerlo unos minutos en la heladera).
3. Mezclar los secos. En un bol amplio, tamizá la harina junto con el polvo de hornear, el azúcar y la sal. Agregá la ralladura de limón y mezclá bien con batidor de alambre para que el perfume se impregne en el azúcar y la harina se airee.
4. Integrar los líquidos. En otro recipiente, batí ligeramente los huevos con la leche, el aceite y el jugo de limón. Una vez unidos, volcalos sobre la mezcla de secos.
5. El toque final de humedad. Incorporá la manzana rallada (si soltó demasiado líquido, escurrila apenas). Uní todo con espátula realizando movimientos suaves y envolventes.
Tip de experto: No batas en exceso, solo hasta que desaparezca la harina. Si batís de más, el budín quedará duro.
6. Horno y cocción. Verté la preparación en el molde. Por encima, distribuí de forma pareja el crumble de pistachos que habías reservado. Llevá al horno durante 25 a 30 minutos.
Comprobá la cocción insertando un palillo en el centro; si sale seco, ya está listo.
7. Reposo. Dejá enfriar en el molde unos 5 minutos antes de desmoldar sobre una rejilla. Esto permite que la miga se asiente y no se desgrane.
Budín húmedo de manzana y limón con crumble de pistachos: consejos para adaptarlo
- Reemplazos: si no sos fanático de los pistachos o no conseguís, las nueces pecan, almendras fileteadas o incluso un mix de semillas de girasol y avena funcionan perfecto para mantener el factor crocante.
- Más humedad: un truco profesional es reemplazar la leche por suero de leche (buttermilk) o yogur natural apenas diluido. La acidez del yogur reacciona con el polvo de hornear y genera una miga aún más tierna.
- Presentación: si querés un acabado de pastelería, una vez frío, podés rociarlo con un glaseado ligero de azúcar impalpable y unas gotas de limón.
En el universo de la pastelería casera, encontrar el equilibrio entre sencillez y sofisticación suele ser el gran desafío. Sin embargo, esta receta de budín de manzanas y limón logra esa meta con creces: combina la frescura cítrica con la dulzura natural de la fruta, y remata la experiencia con una textura crujiente de pistachos que sorprende al paladar.
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