Testeos y lavandina, los pedidos de comedores de Neuquén para poder funcionar

Una de las organizaciones tuvo que cerrar algunos de sus centros de ayuda porque quienes los atienden están aislados. Aseguran que no les dan ningún elemento de desinfección.

Tener que cerrar algunos de sus comedores y merenderos porque las personas que los atienen están aisladas fue lo que llevó a una organización a protestar esta mañana frente a la Casa de Gobierno. Otras agrupaciones de Neuquén aún no llegaron a ese punto porque pudieron ir haciendo reemplazos, pero todas coinciden en la falta de distribución de elementos de desinfección por parte de la Provincia. El incremento de casos de coronavirus y la falta de recursos las pone al límite.

Quienes se manifestaron esta mañana fueron los integrantes del Polo Obrero (PO). César Parra, su referente, denunció que el Ministerio de Desarrollo Social nunca realizó los hisopados a los que se había comprometido en mayo. El referente aclaró que los solicitaron para poder poder garantizar la atención en sus centros de alimentación.

«Piden preparar los cementerios, pero en vez de eso tiene que haber una política de testeos», reclamó Parra. También cuestionó el plan DetectAR, al que llamó irónicamente «encuestar» porque se hacen preguntas y si la persona tiene síntomas compatibles se le pide que se realice el testeo.

Desde la Corriente Clasista y Combativa (CCC), Sol Quinchagual explicó que no tuvieron la urgencia en los testeos porque cuando hubo aislamientos pudieron rotar, pero sí tomaron los protocolos en sus manos para poder respuesta a la urgencia que fue incrementando la demanda en la pandemia. Aclaró que cuando se paga el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) notan un descenso de los pedidos, pero se restablece casi de inmediato.

Como el PO y la CCC, Barrios de Pie también registró un incremento de la demanda con el avance de la pandemia. «Pasaron a ser familias completas», contó su dirigente, Sebastián Íbalos, y agregó que recientemente tuvieron que abrir cuatro merenderos.

Con el tiempo fueron sumando más elementos de seguridad, como «barreras» de nylon, pero todo -como sucede con las otras organizaciones- es costeado por la agrupación. Reconoció que, si la estructura lo permitiera, sería de gran ayuda poder testear planificadamente a quienes trabajan en los comedores, pero su preocupación está centrada en los elementos de desinfección y cuidado.

Desde la lavandina hasta las pantallas faciales son autogestionadas, lo que implicó más gasto para las organizaciones, que, resaltan, no pueden ignorar la necesidad de comida en los barrios populares. «Si no van a hacer la tarea (en referencia al Gobierno), que la faciliten», reclamó Íbalos.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios