El día después de la dramática advertencia de Neuquén por el aumento de casos

El gobierno provincial bajó ayer un mensaje sin matices sobre la gravedad del momento. La ministra de Salud dijo que vienen días “mucho más duros” y pidió a intendentes que preparen los cementerios porque aumentará la mortalidad.

El fin de semana actuó como cimbronazo para las autoridades sanitarias de Neuquén: en dos días, la provincia sumó cerca de 900 casos de covid-19 e ingresó en una etapa que se anticipa cada vez más crítica. Ayer fueron 381 contagios. “La cadena de transmisión es muy difícil de cortar”, admitió la ministra de Salud de Neuquén, Andrea Peve, quien salió a reclamar a los intendentes un mayor trabajo territorial y el acondicionamiento de su cementerios para afrontar el aumento de la mortalidad.

«Es necesario que pongan a punto sus infraestructuras sociales por la cantidad de fallecidos que podamos tener y porque tenemos que manejar esto con los tiempos que corresponden y con dignidad», aseguró. Dijo que se vienen “días mucho más duros” y que “el aumento de la mortalidad se está viendo”.

La funcionaria hizo declaraciones durante la mañana en tres radios de la provincia con un mensaje homogéneo: la situación que atraviesa la provincia “es compleja”, con más de 9.000 casos de coronavirus acumulados al domingo, 160 muertes y las terapias intensivas al 95%.

«La continuidad de esto está relacionada, no con el sistema de salud, sino con la sociedad toda. Del compromiso y comportamiento social dependerá la situación sanitaria a la que hagamos frente», afirmó Peve, quien recordó que puede agregarse nuevo equipamiento para ampliar la oferta de salud, pero el recurso humano especializado es «finito» en todo el mundo.

«La sociedad debe dejar de negar esta situación. En algún punto hay una negación. Los trabajadores de salud sienten un desgano allí. Están emocionalmente agotados, tienen la preocupación de correr riesgo de contagiarse ellos y su familia y ven la indiferencia de la sociedad en su conjunto», cuestionó la ministra.

«Necesitamos una capacidad de la sociedad de ver que esto está pasando. Los invitamos a entrar a un hospital y a ver la situación y el ahínco con el que está trabajando el personal de salud», recomendó, pues sostuvo que “los trabajadores de salud se sienten defraudados”.

El endurecimiento del discurso oficial intenta persuadir a una parte de la sociedad que, por descuido o apatía, no cumple con las medidas de prevención, pero también hacer un llamado de atención a los intendentes para que colaboren con la estrategia de mitigación.

“Hay un trabajo territorial muy fuerte que aún debe hacerse. Nosotros hemos puesto a disposición el programa Detectar en todos los municipios con transmisión comunitaria, que es un programa de cara a cara con los vecinos”, afirmó la ministra.

Dijo que la cadena de transmisión del virus “es muy difícil de cortar”, sobre todo en esas ciudades y que es allí donde debe hacerse el trabajo más fuerte. “El sistema de salud tiene un límite”, planteó.

Pese al mensaje oficial acerca de la gravedad del cuadro para Neuquén, desde el gobierno provincial no se anticipa ninguna intención de retroceder en las aperturas vigentes. Solo los municipios de Cutral Co y Plaza Huincul advirtieron ayer que evalúan un regreso a la cuarentena estricta por el aumento de contagios.

La funcionaria fue consultada ayer sobre la posibilidad de tomar nuevas medidas de restricción dijo que “de ser necesario, se tendrá que hacer”.

La provincia amplió la capacidad de testeos con la incorporación de los neokit que comenzará a procesar el hospital Castro Rendón y con los test rápidos que se usarán en ciudades con transmisión comunitaria y personas que tengan cinco días de síntomas.

Ambos ayudarán a descomprimir la alta demanda que hoy recae sobre el Laboratorio Central donde se procesa un 90% de las muestras (el resto va a cuatro laboratorios privados de la capital) y que decanta en una mayor demora en la entrega de resultados.

En el interior de la provincia, los hospitales envían los hisopados a Neuquén diariamente y deben esperar de tres a seis días para confirmar casos positivos o descartar sospechosos. En algunos casos, se priorizan los testeos de personas con factores de riesgo o que sean personal de salud para que los resultados se entreguen en 48 horas.

Peve reconoció que “hay muchísima presión por el tema de los hisopados”, pero reiteró que lo más importante sigue siendo garantizar el aislamiento indicado, tanto para quienes tengan sospecha de contagio como para sus contactos estrechos.


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