Testimoniales claves en juicio por delitos de lesa humanidad en Neuquén

Se trata del caso denominado La Escuelita VI que comenzó la semana pasada. Se conocerá el relato de las víctimas.

Las audiencias de mañana y el miércoles en la sala de AMUC marcarán el inicio de la etapa testimonial del sexto juicio por delitos de lesa humanidad en Neuquén: La Escuelita VI.

En esta parte del proceso se ventilarán los dichos de las periodistas secuestradas y torturadas en Neuquén por la persecución política que era la moneda corriente en 1978, tras dos años del golpe militar.

Se trata de testimonios desconocidos fuera del expediente de instrucción judicial. Lo mismo ocurrirá con los vecinos, conocidos y colegas que están citados en las próximas audiencias porque fueron testigos de los hechos investigados.

Nunca describieron cómo fueron los hechos, no se habló del tema en esos años y luego cada persona siguió su camino, por lo que las audiencias podrían resultar reveladoras en cuanto a detalles sobre lo que ocurrió entre 1976 y 1979 en Neuquén.

María Teresa Oliva trabajó en prensa de la Legislatura cuando ocurrió el golpe de Estado que cerró la casa de las leyes en 1976.

En 1978 iba con su esposo, Enrique Esteban, corresponsal de Clarin, periodista de LU5 y de Sur Argentino, cuando fueron interceptados por un Chevrolet naranja que utilizaba el grupo de tareas de Inteligencia Militar.

Los secuestradores separaron al matrimonio y a Oliva la encapucharon, la llevaron a un lugar donde escuchaba torturas, luego le practicaron un simulacro de fusilamiento y la abandonaron en Huergo.

Esteban fue liberado varios meses después, tras ser torturado en un centro clandestino de Bahía Blanca.

Lo ocurrido con la trabajadora de prensa de la UNC y de Casa de Gobierno, Cristina Parente, será parte del segundo día de testimoniales.

Su secuestro y tortura ocurrió en la sede de la policía federal en 1976 y la denuncia integra las causas que se instruyeron en la reapertura de los procesos penales contra los militares, cuando fueron declaradas nulas las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.

En este juicio están acusados siete militares y un gendarme.

En datos

95 casos
de víctimas de secuestros ilegales, torturas y desaparición forzada llegaron a juicio. Faltan más de 20.

Los primeros cinco juicios

El primer juicio por delitos de lesa humanidad fue en 2008. Se condenó a ocho militares, siete de ellos de la máxima cadena de mandos en la zona represiva de Neuquén y Río Negro.

Esa sentencia es la única que fue confirmada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Los cuatro juicios posteriores en 2012, 2013, 2016 y 2017 incluyeron a otros denunciantes y las sentencias declararon culpables no sólo a militares sino también a integrantes de Gendarmería, Policía de Neuquén y de Río Negro y efectivos de la Federal que participaron de los secuestros y torturas de los jóvenes que fueron señalados como blancos de la represión entre 1976 y 1977.

Las condenas de esos últimos cuatro juicios fueron confirmados por Casación Penal; en tanto que estos tribunales de alzada, ordenaron dar marcha atrás con a cuatro absoluciones (un militar, un gendarme y dos federales) y aplicar penas más severas a los que fueron encontrados responsables como torturadores.

Las apelaciones siguen tramitadas ante la Corte Suprema.

La mayoría de los acusados están en prisión domiciliaria. Sólo Raúl Guglielminetti -civil de Inteligencia- y Jorge Di Pasquale -ex militar de Inteligencia de Neuquén- están en unidades carcelarias.

Hablarán luego, dijeron en el inicio

Las indagatorias se llevaron a cabo el 11 de junio ninguno de los ocho acusados quiso hacer uso de la palabra, un derecho que les reserva el código penal:

Fernando Marcelo Zárraga dijo que no iba a declarar “en este momento, estoy reservándome el derecho para cuando el juico esté más avanzando”.

Emilio Sachitella aseguró: “ Voy a hablar más adelante conforme se desarrolle el juicio”.

Por su parte Jorge Molina Ezcurra agregó que “voy a prestar declaración, pero no en este momento”.

Otro de los imputados, Jorge Di Pasquale, planteó: “No voy a declarar, más adelante”.

En tanto Néstor Castelli agregó: “Voy a guardar silencio por el momento”. Finalmente Oscar Reinhold, Sergio San Martín y Carlos Benavídez le respondieron a los jueces que no iban a declarar cuando fueron consultados.

Tienen opción de hacerlo al final del proceso.


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