TESTIMONIO: “Ella era divina, lo único que me dio fue alegrías”, confiensa el padre

El padre de Angeles Rawson, la estudiante secundaria que fue encontrada asesinada ayer en un predio del Ceamse en José León Suárez, aseguró hoy que su hija “era divina”, que solo le dio alegrías, y que se siente “destrozado”, como si le hubieran “arrancado un pedazo” de su cuerpo.

“Ella era divina, lo único que me dio fue alegrías en estos 16 años”, dijo el padre de la joven, Franklin Rawson, en declaraciones a radio Rivadavia, donde además le pidió a “las autoridades, que tomen conciencia y tomen las medidas para que no se vuelva a repetir”.

“No hay palabras para describir lo que estamos viviendo, da mucha bronca porque no es la primera vez que pasa, no es un caso único pero esperemos que no se repita más”, dijo con voz pausada, mientras aseguró que “la investigación está siguiendo su curso”, pero pidió no saber nada hasta tanto no se resuelva el caso.

Luego, el hombre recordó que la última vez que estuvo con su hija había sido el último viernes y que el fin de semana se envió mensajes de texto a través del teléfono celular.

“Estoy divorciado de la mamá de Angeles. De nuestro matrimonio tuvimos dos hijos, Angeles y Juan Cruz, y mi ex mujer tiene otro hijo más con su pareja que se llama Jerónimo, que es como un hijo más para mí”, dijo.

“Angeles estaba viviendo con la mamá, con su hermano, su hermanastro y el marido de la mamá, pero venía tres días por semana a dormir a mi casa, nos veíamos mucho”, agregó.

Respecto al día del hecho, el padre de Angeles recordó que su hija “tenía que ir a cambiarse a su casa, a almorzar e ir al colegio a la tarde. Luego, de ahí se iba a inglés, pero no volvió”.

“Lo nuestro ya está, no tiene solución, a mí es como si me hubieran arrancado un pedazo y tengo que seguir viviendo así, no hay solución para lo mío. Pero por lo menos me ayudaría saber que no va a suceder más, que no le va a suceder a otro, que no tenga que haber más familias pasando por lo que estamos viviendo ahora”, aseguró Franklin.

El hombre contó que cuando se enteró del crimen de su hija se abrazó a su otro hijo, Juan Cruz.

“Estuvimos abrazados, llorando muchísimo tiempo, no teníamos palabras para decirnos. Me aferro a mi familia, por suerte tengo todo el resto de mi familia, a mi mujer, a mis amigos y compañeros que me apoyan y me dan fuerzas para seguir adelante”, dijo.

Finalmente, recordó a Angeles como una chica que “era todo cariño, ternura, inocencia, simpatía, todo eso…era muy buena amiga, muy buena compañera, hija, hermana”. (Télam)


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