Tras la demolición del «aguantadero» no hubo clases en el barrio Belgrano

Después de la demolición del bloque C9, en el barrio Belgrano –ex450 Viviendas- de Cutral Co, la escuela primaria Nº 63 no tuvo actividad durante los dos días. El lunes reabrirá sus puertas y hasta el martes, seguirán con la inscripción para 1º grado.

Tras la explosión del bloque C9, tarea que concitó toda la mañana del jueves, los establecimientos educativos del barrio y las inmediaciones suspendieron las actividades.

Entre ellas, la primaria Nº 63, que está dentro del barrio sobre la calle Ejército Argentino. Ni jueves ni viernes hubo clases aunque por la situación en la que se produjo la suspensión, hizo que se extendiera el plazo dispuesto para la inscripción a los niños y niñas de 1º grado que debía hacerse durante la semana que terminó.

La extensión en el plazo –a diferencia de lo que ocurrió en el resto de los establecimientos de nivel primario- se debió a estas circunstancias particulares.

Lo mismo sucedió en el CPEM Nº 20, que está en pocos metros de la barriada. Fue el establecimiento que permitió recibir a las familias durante las horas que demandó la demolición. Desde las 8, las puertas del edificio secundario estuvieron abiertas y el personal de Defensa Civil de Cutral Co empezó a prepararse para las actividades.

Allí también se hicieron las reuniones de todos los sectores involucrados; se apostaron las ambulancias del SIEN; y los bomberos de Provincia.

En el interior de la barriada funciona además la Unidad de Acción Familiar “Mimitos”. Es una institución que depende del municipio cutralquense y que busca ser una suerte de guardería porque atiende a las nenas y nenes de 45 días y hasta los 4 años.

Allí tampoco hubo actividad durante el jueves y viernes.

Durante la tarde del mismo jueves que se produjo la explosión y el derrumbe de la estructura que quedaba, de inmediato la empresa encargada de los trabajos inició la remoción de los escombros.

Una vez que se autorizó el regreso a las viviendas, algunas familias que tienen sus hogares en las inmediaciones al bloque C9, se sentaron en la vereda mientras tomaban mate para observar de cerca el retiro de lo que fueron las estructuras y el techo de los 27 departamentos, repartidos en planta baja, 1º, 2º y 3º pisos. Algunos de dos, tres y hasta cuatro dormitorios.

Otra de las instituciones que también suspendió las actividades fue el centro de salud de la barriada.

La demolición de este bloque de departamentos fue uno de los pedidos que figuró en el petitorio que se elaboró luego del homicidio del niño Luciano Fuente, en el barrio Peñi Trapun.


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