“Un hecho que contribuye a afianzar la memoria”

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Beatriz Carolina Chávez DNI 6.251.256 Neuquén

Hace pocos días se fue de este mundo don Ariste Omar Mendoza, un militante peronista fiel a la doctrina del general Perón que sufrió en carne propia los avatares de la persecución. Gran entrenador de fútbol y gran jugador, había nacido en Santiago del Estero, en el pueblo de Herrera, en 1933. Ariste fue, como él mismo recordaba, peronista desde que nació: “Perón y Evita fueron nuestros líderes, los niños pobres teníamos juguetes, guardapolvos, pelotas de fútbol, monopatín. Antes los Reyes Magos nos traían dos o tres caramelitos. A partir de Evita todo cambió”. Para él, “el peronismo es religión”, tal como nos refirió en cierta oportunidad. Su amor por el deporte hizo que obtuviera medallas de plata por dirigir el seleccionado infantil Evita en 1947. De este modo inició su vasta carrera de entrenador de fútbol, que lo hizo lograr triunfos y grandes satisfacciones personales. Antes, mucho antes de convertirse en un exitoso entrenador, desplegó una notable carrera como futbolista. Sus primeros pasos fueron dados en Chacarita Juniors, club en el que jugó por diez años pasando por todas las divisiones hasta debutar en primera. Junto con J. Montero y R. Moreno conformaban “Las tres ‘M’ funebreras”. Pero no todas eran buenas: cuando Ariste sufrió una lesión grave –rotura de ligamentos–, recrudeció la persecución que ejercía sobre él un dirigente de la institución debido a su militancia política. Estaba tomando la decisión de abandonar el club cuando don Donato Ruiz (peronista de alma), dirigente de Lanús, lo trajo a Independiente de Neuquén, en 1961. También jugó en el club Cipolletti, al que arribó de la mano del Dr. Julio Dante Salto, de quien Ariste siempre conservó el mejor de los recuerdos. Además de su desempeño como jugador, nuestro homenajeado tuvo muchos otros trabajos. Mientras se desempeñaba en el comedor de la Universidad de Neuquén, el Sr. Milanesi le propuso que formara la escuela universitaria de fútbol. Posteriormente a Ariste lo nombraron en la sección Deportes de esa casa de altos estudios. Años después, en 1969, fue entrenador de fútbol en el Batallón de Soldados 181: formó una selección que terminó coronándose campeón invicto. Ariste también demostró tener sensibilidad social. Fue, junto con el padre San Sebastián (su presidente), uno de los pilares del Club San Cayetano, surgido en el seno del polideportivo del barrio Industrial que daba contención a gran cantidad de jóvenes y chicos. El club surgió con el objetivo primordial de darle a la juventud una digna proyección de vida. Es justo nombrar aquí a Luis Soto, a Luis Martín y a los incansables padres de apoyo. Como si estuviera narrando un sueño, don Ariste dijo en cierta ocasión a quien escribe estas líneas: “Perón creó el justicialismo, el pueblo le puso ‘peronista’”. Quiero cerrar esta carta con el deseo final de Ariste, el mismo con el que concluía la oportuna entrevista que tuve el placer de hacerle: “Un humilde ciudadano les pide un último favor: tomar las palabras que el general Perón pronunció en su último discurso: ‘retempla el espíritu volver en presencia de este pueblo que toma en sus manos la responsabilidad de defender a su patria’”. Ariste fue nombrado ciudadano ilustre por el Concejo Deliberante de Neuquén. Este tipo de hechos contribuye a afianzar la memoria. Su vida fue un ejemplo de lealtad peronista y de amor por el prójimo y por el deporte. Honrémoslo. Beatriz Carolina Chávez DNI 6.251.256 Neuquén


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