Un proyecto solidario en plan de expansión

Valle Lindo funciona en Roca desde hace dos años. Además de fabricar elementos para la fruticultura, regalan leña a quienes la necesitan. Pronto tendrán un lugar en el Parque Industrial.

El anhelo de conservar la fuente laboral y el deseo de volver a abrir fábricas sin el apoyo de una empresa, son características que distinguen a las cooperativas. La crisis económica no ha sido benévola con ellas, pero sus obreros siguen resistiendo y demostrando que se puede trabajar sin patrones. La historia de la cooperativa Valle Lindo, un aserradero ubicado en barrio Stefenelli de Roca, afirma estos valores.

“Hace dos años nos organizamos como cooperativa, algunos éramos empleados de Cinelli y otros de la cooperativa 1º de Mayo (otro aserradero), pero decidimos salirnos y formar este proyecto”, explicó Guillermo Avilés, presidente de Valle Lindo.

La empresa en la que trabajaba hasta 2010 cerró sus puertas, “hasta hoy no hemos cobrado indemnizaciones y decidimos hacer una cooperativa porque se reparten las ganancias que hay y las pérdidas igual y es otro sistema de trabajo. Todos trabajamos igual, acá no hay algunos que miran mientras los otros trabajan”, comenta Avilés.

El nuevo aserradero empezó con 13 trabajadores y en la actualidad son 23 los que lo integran. Inician su jornada a las 8 y paran a las 12 para luego continuar de 14 a 19. También trabajan los sábados medio día.

Se dedican a fabricar jaulas, pallets y bines. Aunque no están exentos de la crisis que vive la fruticultura, la producción no ha disminuido. “Nuestro producto en el mercado es bien recibido, a pesar de estar en invierno estamos trabajando normal”, dijo.

Entusiasmado, Avilés cuenta sobre la ambición que tienen: “Nuestro desafío es tener un lugar propio porque acá alquilamos y estamos prontos a hacerlo y tratar de ampliarnos y producir más”.

Un sueño

En diciembre del año pasado presentaron un proyecto al municipio solicitando un terreno en el parque industrial. En mayo de este año la municipalidad hizo lugar al pedido y les cedió un espacio en el parque. “Entre julio y agosto empezamos a construir”, dijo emocionado. Los obreros reconocen que tienen un mejor sueldo ahora que cuando trabajaban para un patrón, además cuentan que el clima de trabajo es completamente diferente.

“Trabajamos tranquilos, sin presiones, no tenemos que soportar a patrones que les importe poco si te pasa algo, las empresas quieren que produzcas y a veces no les importa si le falta algo a tu familia”, concluyó.

“Sentimos el cariño

del barrio”

La cooperativa Valle Lindo, además de producir, en muchas ocasiones ayuda a los vecinos regalando leña para pasar el invierno.

“En un momento nos preguntamos ¿por qué vamos a cobrar la leña? y decidimos regalarla”, cuenta Guillermo.

La gente ha recibido muy bien la ayuda y muchos son los que van a buscar los cortes de maderas.

“No regalamos el desperdicio, ni vendemos la leña en paquetes como se hacen en otros aserraderos”, explicó.

Además la cooperativa es muy querida en el barrio, “la gente se acerca y nos regala tortas fritas, pan casero. Se siente el cariño y eso nos impulsa más hacia adelante”.

El dato

hebe rajneri

Datos

23
son los obreros que trabajan actualmente en la cooperativa ubicada en calles Lorenzo Vintter y Güemes.

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