Un Viejo Pastor Inglés, la pista de la mortandad de la barda

Investigan quién arrojó los perros muertos en Neuquén

NEUQUEN (AN) – Un Viejo Pastor Inglés puede ser la pista que lleve a los investigadores a descubrir quién arrojó los animales muertos en el Cañadón de las Cabras, hallados a mediado de semana. El perro, además de las particulares características de la especie, tiene una seña muy particular: una mano amputada desde hace mucho tiempo. La necropsia demostró que sufría una enfermedad pulmonar, que pudo ser la causante de la muerte. El objetivo ahora es encontrar a su dueño.

El interés en desentrañar quién es el o los responsable de la aparición de los animales en el descampado de la barda, obedece a que se sospecha que pudieron ser tirados desde una veterinaria, violentando las reglamentaciones sanitarias para estos casos. Por otro lado, se cree que se podría estar ante casos de práctica ilegal de la medicina veterinaria.

Uno y otro aspecto han provocado la reacción tanto de los veterinarios como de las autoridades municipales, quienes alientan la investigación del episodio.

«Tenemos casos de práctica ilegal de la actividad, incluso con causas que aún se sustancian en la Justicia, de ahí la necesidad de que se aclare este caso para que no quede la sospecha sobre todos los que trabajan en la provincia y se les endilgue un mal desempeño de la profesión», dijo Mario Zavaleta, presidente del Colegio de Veterinarios del Neuquén.

Añadió que se le practicó la necropsia a media docena de canes y un gato de los encontrados en la barda, a la salida del camino a Centenario. El caso del Pastor Inglés es el que despierta el optimismo de hallar a su dueño para que explique las circunstancias de la muerte del animal. «Confiamos en encontrarlo, porque hay muy pocos perros de esta clase y además era manco. Queremos confirmarlo porque se encontraron elementos de veterinaria, como una jeringa y mucho pelos, en bolsas», relató el veterinario. El Pastor Inglés había muerto uno o dos días después de hallado, en cambio la data de muerte del resto de los animales se estira hasta los quince días.

Las especulaciones son varias respecto del origen de los animales, la jeringa y los pelos. Pero apuntan a una veterinaria que, como se sabe, tiene que derivar los animales muertos a Zoonosis y Vectores para su incineración.

«El costo para este trámite es de un peso por kilo, de manera que en animales como el Pastor Inglés puede ser de 40 a 50 pesos. Puede ser que el amo hasta pague el importe, pero la veterinaria que lo cobra no lo entrega como residuo patológico, lo tira en el descampado y consecuentemente no paga al municipio», dijo Carlos Roca, secretario de Gestión Ambiental de la comuna.

Señaló que al margen de estas situaciones, la municipalidad está coordinando acciones conjuntas con el Colegio de Veterinarios para implementar medidas de control. «Como también ocurre que los dueños de los perros muertos opten por hacerse cargo del destino de los restos, instrumentaremos la forma de que avisen a Cliba para se los retire de los domicilios. Roca precisó que si bien se procura investigar a fondo lo ocurrido con los animales aparecidos en Cañadón de las Cabras -los perros estaban cuidadosamente embolsados, junto a pelos y elementos de uso veterinario-, igualmente se procura definir acciones para controlar el funcionamiento de los establecimientos sanitarios.


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