Un vuelo de pesadilla
Quizás en tiempos pasados el eslogan “Aerolíneas Argentinas, ¡su compañía!” era una realidad. Hoy, lamentablemente, luego de un penoso episodio del cual fuera protagonista junto a mi esposo, la falta de seriedad, ética comercial y maltrato del personal administrativo, en nada coincide con la citada frase. ¡Y no fuimos los únicos!
Sintetizando, el suceso
–salteando los detalles por obvias y atendibles razones de espacio– fue el siguiente:
El 8 de noviembre de 2017 a las 6:35 nos hicimos presentes con mi esposo en el Aeroparque de la ciudad de Buenos Aires a los efectos de tomar el vuelo con destino a Neuquén capital, que partía a las 7:45. Allí se nos informa que no podíamos abordar el mismo (a pesar de que aún faltaban más de cincuenta minutos para el despegue) pues debíamos presentarnos con dos horas de antelación, vale decir a las 6:00, por lo tanto teníamos que reprogramar el vuelo para las 12:35, es decir ¡tres horas más tarde! Cabe aclarar que viajo dos veces al año y jamás tuve inconvenientes por el horario.
Inútil fue alegar y mostrar mi certificado extendido por Jucaid (atención integral al discapacitado, o movilidad reducida como en mi caso) que avala el riesgo para mi salud que significa “deambular” por más de tres horas a la espera del vuelo. Tampoco se nos permitió despachar el equipaje (trámite que debe hacerse media hora antes de la partida (¿?).
Nuestra impotencia llegó al límite cuando el empleado de ventas expresa textualmente de pésima forma: “Deben abonar la suma de $ 4.226,64 en calidad de ‘multa’ o no viajan”.
Aclaro que dicho monto, que obviamente no nos quedó más alternativa que pagar, correspondía en ese momento al precio de ambos pasajes cuando los compramos. ¡Vaya “multita”! ¿No?
Como se negaron a extender recibo alguno por la “multa”, el pago lo hicimos por débito del BPN a los fines de hacer el correspondiente reclamo dado que lo consideramos lisa y llanamente una estafa (no se me ocurre otra palabra) por parte de la empresa.
Marta Beatriz Anaya
DNI 5.169.240
Sufrí un penoso episodio junto a mi esposo, que incluyó falta de seriedad, ética comercial y maltrato
del personal administrativo.
Marta Beatriz Anaya
DNI 5.169.240
Datos
- Sufrí un penoso episodio junto a mi esposo, que incluyó falta de seriedad, ética comercial y maltrato
del personal administrativo.
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