Una cooperativa para intentar eludir la crisis 

Las mujeres son en su mayoría cabeza de familia y fabrican y comercializan conservas para aumentar sus escasos ingresos. Reciben capacitación y apoyo con insumos desde la comuna. mmmmmmmm

VILLA REGINA.- Con los tiempos de crisis que corren, cada vez son más los que buscan otras alternativas productivas para incrementar los niveles de ingresos familiares. A partir de esta situación es que nacieron muchos microemprendimientos en toda la región del Alto Valle.

En Regina este tipo de iniciativas prendieron de distintas formas, y hasta existe un programa municipal para ayudar a familias que quieren incrementar sus ingresos.

De allí a que en febrero del año pasado comenzó a gestarse la formación de una cooperativa bajo la consigna mencionada anteriormente .

Para su creación se tomaron en cuenta diversos aspectos, entre ellos el que esta es una zona frutícola, lo que permite un fácil acceso a la materia prima. También se consideraron los aspectos culturales que se tejen alrededor de la producción frutícola, como la fabricación de conservas.

Estos datos sirvieron para que finalmente se formara «Frutos del Valle», la cooperativa que hoy nuclea a 40 personas, en todos los casos mujeres, y en su gran mayoría cabezas de familia.

A través de ella, las mujeres que la integran, encontraron una nueva alternativa productiva para incrementar sus ingresos familiares, pero al mismo tiempo descubrieron otra filosofía de trabajo, dado que son artìfices de su propio destino como empresa.

Silvia Azanza, quien coordinó la tarea desde su nacimiento, sostuvo que en un principio la tarea se realizó en casas de familias con grupos de cinco mujeres, quienes aprendieron a elaborar conservas de frutas y verduras para sus hogares.

Las familias comprendidas en este proyecto viven en los barrios El Sauce y La Graava, dos de los sectores mas carenciados de esta localidad.

Sólo con el trabajo de elaboración de alimentos en conservas redujeron los gastos en compras, y por otra parte el excedente de la producción comenzó a ser vendido.

De esta forma se llegó a la consolidación de la cooperativa «Frutos del Valle», que hoy ya cuenta con su sede propia y habilitación municipal para vender sus productos.

Pero no queda en este único punto el trabajo, sino que siguieron avanzando y en este momento están gestionando el registro del establecimiento que les permita ofrecer sus productos a través de los distintos mercados, no solo locales sino de otros puntos del país.

En este sentido Silvia Azanza subrayó que ya existen contactos para que en un futuro cercano y con la colaboración de otra cooperativa se puedan vender los productos en Buenos Aires.

«Este un trabajo multidisplinario, porque por empezar algunas de las mujeres desconocían la tarea de elaboración de conservas, y por otro, al ser en su mayoría empleadas, tenían otra concepción de su trabajo. Acá son todas pares. Todas tienen la misma responsabilidad porque se trata de una cooperativa» puntualizó Azanza.

En cuanto a las perspectivas a futuro, son muchas, pero la principal es la ampliación de la base de trabajo, consolidando de esta forma una salida laboral importante, no solo por los ingresos que genera, sino porque al mismo tiempo brinda otros aspectos de capacitación interesantes como el aprender a comercializar sus productos.

Por tratarse de una cooperativa, las puertas están abiertas a todos aquellos que deseen participar y que estén consustanciados con los principios cooperativos de trabajo.

El trabajo no solo implica capacitación y mejores ingresos familiares, sino que ademas existe toda una tarea de educación en torno a la cooperativa.

En este sentido la tarea está coordinada también con el trabajo del hospital reginense referido a la planificación familiar y la detección del cáncer genitomamario. Esto permitió a cada una de las mujeres acceder a un control de estas enfermedades, y a su vez difundir entre su familia la necesidad de la detección precoz de estos casos. 

Trabajo para todas

Liliana Jara tiene dos hijos y es cabeza de familia. Por un lado cumple funciones de ordenanza en el municipio reginense, y por otra parte se incorporó a la cooperativa «Frutos del Valle».

Desde el inicio del proyecto está trabajando, pero no solo ella se incorporó al equipo, sino que además su madre y su hermana encontraron en este trabajo una alternativa para mejorar la calidad de vida de sus familias.

«Yo me siento bien dentro de la cooperativa, porque compartimos el trabajo. Si queda algo para hacer a la que está en el turno anterior, lo completamos las que tomamos el turno después, y ninguna se recarga» cuenta Liliana Jara, al hacer una evaluación del trabajo cooperativo.

Pero al mismo tiempo aseguró que a través de esta iniciativa obtuvo «bastante ayuda desde lo económico para la casa y a la vez se hacen más amistades y compañeras».

Su cuadro familiar se integra con dos hijos, a los cuales tiene que sostener desde su separación. «Yo tengo dos hijos, estoy separada y soy el único sostén de la familia, por lo que esto es una muy buena alternativa para ayudarme» sostiene.

Al mismo tiempo apunta que este proyecto tuvo una muy buena aceptación por parte de su familia, ya que no solo ella ingresó a la cooperativa, sino que además su madre y su hermana se sumaron a las tareas de fabricación de conservas.

«Ahora trabajamos una por turno, y lo bueno es que no existe un horario establecido, sino que también se trabaja en la casa, lo que facilita el poder estar con tus hijos», señaló Jara. (AVR)

Apuestan firme al «chutney», una salsa de frutas agridulce

En los últimos años los productos naturales o de base ecológica han tenido un gran auge y difusión en todos los mercados. Así son muy apreciados los productos originarios la zona cordillerana elaborados con frutas finas.

Lo mismo ocurre con la producción ecológica. Cada vez ganan más espacio en los mercados los productos que sufrieron el mínimo contacto con agroquímicos.

Este es uno de los puntos de partida que tomó en cuenta la cooperativa «Frutos del Valle» de Regina, que basicamente se dedica a la elaboración de conservas de frutas y verduras sin el uso de conservantes ni colorantes.

La principal producción apunta a la fabricación de duraznos en conservas, dulces de las distintas variedades frutales de la zona, mermeladas y conservas de tomate.

Pero la especialidad es el «chutney», una salsa agridulce que se elabora a base de pure de frutas.

«El chutney de distintas variedades, que es una salsa agridulce muy condimentada, queremos destacarla como una especialidad de esta cooperativa» remarcó Silvia Azanza.

Pero el paso mas importante que darán en los próximos días es el inicio de la producción en escala, en base a lo que puedan comercializar.

Para esto ya cuentan con propuestas de colocación de sus productos en mercados de Buenos Aires, contando para ello con la colaboración de una cooperativa de esa ciudad. Por ahora los alimentos elaborados solo se comercializan en el local ubicado en la calle Colegio Nacional y Castelli.

Insumos y material prima

Hasta que la cooperativa no necesite apoyo, es decir que existan ganancias, parte de los insumos, como frascos, tapas, azúcar y especias son aportadas por el municipio. Por otra parte la materia prima se obtuvo mediante donaciones de distintos galpones de empaque de la zona.

En cuanto a las perspectivas para el futuro, se espera en corto tiempo dejar de depender como hasta el momento de la comuna y de las donaciones de diversas firmas, para figurar como otra de las empresas de la zona, que en este caso escogió la forma cooperativa para nuclear a mujeres que necesitan mejorar sus ingresos y mantener sus hogares.

(AVR)


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