Una mano solidaria abrigó perros callejeros en medio del frío

Andan por las calles de día y noche. Con calor, con frío, buscando una mano solidaria que los alimente. Algún vecino o vecina -de esos buenos que siempre abundan en los barrios- que ofrece los restos de comida casera o comparte los trocitos de alguna otra mascota. Son perritos de la calle que se las rebuscan. Y lo logran.

Pero anoche, además de eso, apareció otra mano: la que los abrigó cuando las temperaturas comenzaron -como desde los últimos días- a descender más de la cuenta.

Llegó uno de los ‘primeros bajo cero’ del invierno patagónico y hoy ellos aparecieron (en Roca) un poquito más abrigados. Una morocha callejera, algo flaca y cálida, lució el mejor modelito de su vida: un chaleco rosa que la protegió del cuello a la cola. Y un ‘amigo’ callejero, entre tantos otros, apareció con un chaleco verde ‘camuflado’.

Solo su aparición generó sorpresa hoy, y alegría, en esos vecinos que (entre todos) los cuidan y los protegen.

“No sabemos quiénes fueron, quiénes los ayudaron. Pero en buena hora”, contó una mujer, mientras les daba unos huesitos y algo de las verduras que sobraron del mediodía. Los perros, agradecidos. Como siempre.