Una mirada de comedia al mundo porno

En este unitario, Oscar Martínez encarnará a Dicky Cocker, el más exitoso director y productor argentino de cine porno, casado con Lorna Love (Soledad Silveyra), una diva del porno retirada hace bastante tiempo.

El primer capítulo muestra al matrimonio y a la empresa en crisis y casi en quiebra, mientras sus dos hijos Darío (Guillermo Pfening) y Charo (Julieta Zylberberg) se ocupan de escribir guiones y atender un sex-shop, como complemento de la empresa familiar.

Para intentar resucitar su carrera, Cocker convoca a una estrella porno en decadencia llamada Darling (protagonizada por Leticia Brédice) a filmar una nueva película que le permite pagar sus deudas y reinstalarse en una industria arrasada por Internet.

Brédice, que comenzó a trabajar como actriz porno con Cocker, regresa a Argentina después de fracasar en España, donde pretendió meterse en la industria porno ibérica.

A ellos se suman Paloma, una nena de unos 12 años, que es hija de una aventura extramatrimonial de Cocker y que está encarnada por Angela Torres, hija en la vida real de la actriz Gloria Carrá y de Mariano Torres, hermano del cantante Diego Torres.

A Angela Torres se la puede ver trabajando en teatro en “La Novicia Rebelde” y en otras obras, y en el unitario despliega una capacidad notable.

Otro personaje central es Bárbara Lombardo, que encarna a Yael, una stripper que quiere iniciarse en la industria porno y que tiene cargo las escenas más jugadas, mostrando una excelente forma física.

Pero además, los directores Marcos Carnevale y Sebastián Pivotto decidieron contratar para pequeñas apariciones a chicas que son las más buscadas de la web y que posan en fotos eróticas en paginas argentinas como FMLWeb, Argentinas en la web y otras.

La ficción tiene una notable artística, el trabajo de Martín como un empresario hosco y malhumorado es muy bueno, y Soledad Silveyra se juega una parada difícil componiendo a una ex diva porno, deteriorada por el abuso del maquillaje, la mala vida, el alcoholismo, y cumple con creces.

En una charla con Télam Oscar Martínez reconoció que el programa “evita la sordidez de la industria porno, pero además no es obsceno, no especula con golpes bajos, con mal gusto. El programa no huele a ropa interior sucia”.

En la serie, además de Lombardo, las modelos eróticas exhiben sus lolas y colas, además de alguna que otra nalga masculina, razón por la cual el gerente de Programación del 13, Adrián Suar, decidió que el unitario se emita a partir de las 23.

“Eludimos ser groseros, aunque es potente y no elude el tema del erotismo, pero la idea es contar la vida de una familia particular donde quizás están más exacerbadas las pasiones, porque por el tipo de vida que han tenido tienen los sentimientos más en carne viva”, precisó Martínez, que regresa a la TV después de 11 años.

Para el actor, los Cocker son un familia “que por el trabajo que han realizado a lo largo de su vida no tienen los pruritos ni las inhibiciones que tenemos otros. Pero a fin de cuentas `Condicionado` muestra algo que sucede en una familia común y corriente: el deterioro de las relaciones, el temor de los padres a perder el poder, las crisis de las edades, la decadencia profesional, la quiebra de un negocio familiar”.

Sobre la pareja que conforma con Silveyra, Martínez es contundente: “Solita es la actriz ideal para encarnar a Lorna, está estupenda. Ella demuestra toda su capacidad porque está haciendo una gran creación”.

“Dicky y Lorna están en una crisis muy grande, en ese punto en el que no pueden estar juntos pero tampoco pueden estar separados y eso es rico para el autor y el director. Pero también es interesante para los actores que tenemos que hacer que sea rico para el televidente”, destaca.

En relación con la industria porno local, Martínez reconoció que charló con el reconocido cineasta del género Víctor Maytland, quien le dijo que “no han existido en la Argentina directores o productores como Dicky porque acá la industria siempre fue muy pequeña y hoy está casi extinguida”.

“Dicky vive y ha vivido una situación que ningún director argentino porno vivió, que es el reconocimiento internacional, ganar dinero vendiendo sus películas a Europa, Asia y Europa del Este, además de haber sido premiado en Estados Unidos varias veces”. (Télam)