Venezuela acude masivamente a las urnas

Casi 19 millones de venezolanos votan desde las primeras horas de la mañana. Maduro y Capriles alentaron por Twitter a participar de los comicios. Estiman que los resultados se conocerán alrededor de las 22.30.

EL SUCESOR DE CHÁVEZ

Venezuela elige este domingo presidente entre el chavista Nicolás Maduro y el opositor Henrique Capriles, abriendo una nueva era después de 14 años de liderazgo hiperpersonalizado del fallecido Hugo Chávez, cuya revolución dividió profundamente al país.

Los venezolanos, que suelen acudir masivamente a las urnas, votan desde primera hora de la mañana en los más de 13.000 centros de votación desplegados en el país, en estas elecciones convocadas 40 días después de la muerte por cáncer de Chávez.

Ambos candidatos, que tenían previsto votar en sendos centros de la capital a media jornada, recurrieron a Twitter para alentar el sufragio.

“Venezuela tiene el Mejor sistema de Votación del Mundo.. Que Orgullo. Todús a Votar con confianza y en Paz y luego a Respetar los Resultados”, escribió el presidente interino, favorito en las encuestas.

“Los abusos ordenados por el grupito de Enchufados los derrotaremos con millones de votos,instrucción clara,Votar hasta el cierre”, dijo Capriles, que acusa a Maduro y a sus colaboradores de abusar del poder y de los recursos públicos.

En el centro de votación donde sufragaba Chávez, una escuela en el barrio caraqueño 23 de enero, Alexander Contreras, un técnico informático de 21 años, dijo sentir “tristeza”.

“Yo estudié aquí y cuando él votaba todo esto estaba lleno, pero hay que seguir adelante para una victoria contundente”, dijo a la AFP este chavista en el patio interior de la escuela.

“Voté por el bien del país, porque esto es un desastre. Durante 14 años fuimos gobernados por un resentido social y un manipulador”, afirmó Carmen Dely, de 70 años, mientras hacía cola para votar en el bastión opositor de Chacao.

Las elecciones enfrentan al delfín de Chávez, de 50 años y excanciller, con el joven gobernador Capriles, al término de una atípica campaña marcada por el luto de los chavistas y el culto al mandatario, convertido en una figura casi religiosa.

Maduro busca el voto respaldado en dos poderosas armas: el hecho de que Chávez pidió antes de morir el voto para su heredero político y disponer de una fuerte capacidad de movilización electoral.

“Su campaña ha estado centrada en el mensaje de que él es ‘hijo’ del comandante, eso simbólicamente es muy importante, pero también está la movilización de todos los recursos para garantizar el voto”, como el uso de autobuses del Estado, dice a la AFP el sociólogo Ignacio Avalos.

En Twitter algunos chavistas recordaban la estrategia del 1×10 – en la que cada militante asegura diez votos -, mientras los opositores propagaban la etiqueta îyoSoyMovilizador.

Maduro, un exconductor de bus y colaborador fiel de Chávez desde los inicios de la revolución bolivariana, promete continuar el legado de su mentor en pro de los más desfavorecidos y mantener sus populares programas sociales costeados con la renta petrolera, pese a los síntomas de agotamiento de ese sistema, que han hecho sonar las alarmas a muchos analistas.

Frente al delfín del hombre fuerte que gobernó Venezuela desde 1999, todavía omnipresente en afiches, canciones improvisadas y en las conversaciones diarias de los venezolanos, Capriles hace su segunda apuesta presidencial en seis meses.

El gobernador de Miranda (norte), de 40 años, que perdió en octubre contra Chávez por 11 puntos, ha sorprendido a los observadores logrando movilizar en masa a sus seguidores, en una breve campaña de diez días.

Capriles aceptó lanzarse a la carrera pese a estar en clara desventaja en los sondeos y ese gesto de “valentía política”, además de un discurso más duro y directo buscando desligar a Maduro de Chávez, “le ha funcionado bien”, según Avalos.

La publicación de encuestas está prohibida esta semana en Venezuela, pero las últimas conocidas constataron una reducción considerable de la brecha entre Capriles y Maduro, que llegó a aventajarle de 20 puntos en el momento de mayor conmoción por el fallecimiento de Chávez.

Ambos candidatos mantuvieron un tono agresivo durante la campaña: Maduro acusó a la “burguesía”, como denomina a la oposición, de pretender acabar con los beneficios sociales de los pobres y desestabilizar el país, y Capriles tildó a su rival de “mentira fresca” y “enchufado”.

El tono agrio evidenció la fractura social que reina en el país, alimentada durante los últimos años por el discurso polarizador de Chávez, quien trazó una línea divisoria entre ricos y pobres y decidió que quien no estaba con él, estaba contra él.

Además de la reconciliación nacional, el próximo presidente, que gobernará hasta 2019, afrontará el reto de enderezar una economía totalmente dependiente de la renta petrolera y golpeada por el déficit público, la inflación o la escasez. Atacar la inseguridad, con 16.000 homicidios en 2012, la mayor tasa de Suramérica, también será una de las prioridades.

Los resultados electorales serán anunciados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) cuando su tendencia sea irreversible, previsiblemente unas tres horas después del cierre de los centros a las 22H30 GMT o cuando no queden electores en la cola.

Ambos candidatos se comprometieron a respetar la “voluntad del pueblo”, aunque Capriles se ha mostrado receloso de la imparcialidad del CNE.

Más de 140.000 militares velan por la seguridad en el país -que cerró sus fronteras terrestres- además de custodiar las máquinas de votación electrónicas.

En Venezuela, hay casi 19 millones de electores de una población de 28,9 millones y unas 100.000 personas están habilitadas para votar en el exterior.

Unos 240 acompañantes internacionales se encuentran en el país, entre éstos un equipo de la Unasur y del estadounidense Centro Carter.

Fuente AFP


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