Un abogado a los gritos y portazos durante una audiencia en Viedma

Una audiencia judicial incluyó ayer miércoles portazos y gritos de un abogado defensor y el posterior pedido de parte del Tribunal al Colegio de Abogados para que analice si la actitud del profesional constituye una “falta grave”.

La convocatoria al debate correspondió a un pedido de la querella y del fiscal de prisión preventiva para Carlos Ángel Sánchez, recientemente condenado a 12 años por abusar a su nieta.

El tribunal, conformado por Martin Brussino, Itziar Soly e Ignacio Gandolfi, aceptó el pedido fiscal que, en definitiva, constituirá pautas de mayores restricciones para su actual movilidad con tobillera.

Pero, el debate derivó en un hecho protagonizado por el defensor Raúl Campora, quien cuestionó inicialmente la convocatoria con tan poco plazo por parte de la Oficina Judicial y, luego, se molestó por la demora de la misma.

En el momento que el tribunal comenzaba con la resolución, Campora “abandonó -intempestivamente la sala con un portazo”, con gritos y “disconforme” con la postura judicial.

Ese retiro obligó a suspender la audiencia para retomarla al rato con un defensor oficial, Graciela Carriqueo. Al final, el tribunal decidió que la “Oficina Judicial remitirá el video y las actuaciones al Colegio de Abogados, para que evalúe a través de los órganos respectivos si la conducta del abogado constituyó una falta grave”.

Esta semana, Sánchez fue condenado a 12 años de prisión por abusar de su nieta, y esa pena se cumple con una tobillera electrónica ambulatoria aunque, ahora, la aceptación de la prisión preventiva deriva en restricciones domiciliaria.

El mismo tribunal resolvió lo había condenado por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por la condición de ascendiente. La defensa había solicitado 8 años de prisión, mientras que el fiscal y la querella habían requerido una pena de 12 años.