Las cuevas del río Limay, un paseo ideal para el día del padre cerca de Bariloche

Un reencuentro con la naturaleza y la mejor postal de la transición del bosque andino a la estepa puede resultar un programa ideal para celebrar el día del padre. Las cuevas camino al cerro Villegas, una formación natural de piedras, demandan solo una hora de caminata por un sendero accesible y una vista inigualable.

¿Cómo se accede? Por la ruta 40 en Dina Huapi, poco antes de llegar al río Limay, se toma el desvío de tierra hacia la derecha, rumbo al acceso a la estancia San Ramón. Una tranquera verde y un tráiler de la Secretaría de Ambiente de Río Negro -que funciona desde diciembre- indican que, en ese sector, es necesario dejar el vehículo.

Desde ese lugar, la gente puede acceder a pie o en bicicleta para visitar la cima del cerro Villegas, las cuevas o bajar a la costa del río Limay.

«Por la cantidad de gente que recorre ese lugar se decidió brindar asistencia de guardas ambientales, de 10 a 18, para custodiar y trabajar en temas de conservación de uso público», explicó Exequiel Braccalente, guardafaunas de la provincia que coordina el área natural protegida del río Limay que abarca unas 15.500 hectáreas.

Aseguró que se informa a la gente a qué sectores puede acceder y qué actividades se pueden realizar en el área protegida. «Cuando uno ingresa al lugar, no solo accede al área protegida sino a una propiedad privada. Además, deben registrarse», expresó Braccalente.

Pasando una segunda tranquera, hacia la derecha, comienza el sendero que conduce al cerro Villegas que demanda dos horas y media de caminata. También a las cuevas (en este caso, una hora). «No tiene mayores complicaciones si pensamos en un paseo en familia. Siempre por precaución hay que llevar abrigo, agua y calzado adecuado para andar por la montaña. Nada de zapatillas de lona o con la suela muy lisa», destacó.

Braccalente recomendó arrancar la caminata a partir de las 10, aunque antes es conveniente pedir información a los guardambientales que, incluso, pueden acompañar a las familias hasta el acceso del sendero.

«Ni bien pasan por la segunda tranquera, comienza el sendero que está marcado con pircas. No hay cartelería, pero todo está señalado con estas montañitas de piedras. Es fácil llegar. Ni bien terminan de subir la primera elevación, las cuevas están a la vista», describió.

Se trata de formaciones rocosas con ciertas depresiones curiosas. «Lo interesante es que más allá de ser formaciones naturales, ese lugar te brinda una vista de la comarca imponente. Se puede ver la naciente del Limay y la transición del bosque andino a la meseta. El cambio de ambiente. Se ve con precisión a dónde termina la Cordillera y comienza la estepa», señaló.

Braccalente reconoció que en este paseo «se puede observar el conjunto de biodiversidad. La estepa tiene la particularidad de parecer que no hay nada cuando hay mucho».

Recomendó dejarse llevar por el silencio, escuchar el viento y descubrir los cantos de las distintas especies de aves. «Hay más de 130 especies de aves. Si son observadores, pueden detenerse a ver un ejemplar icónico como el chinchillón, un roedor que habita los roquedales. Es muy hábil escalando», expresó.

Contó que son tan curiosos que cuando la gente llega al lugar, «se asoman para ver quién anda por ahí o buscar comida«. Recordó que no se los debe alimentar y tampoco dejar basura en el lugar.

«Los visitantes pueden llevar comida o el termo para el mate pero deben regresar con sus residuos. Está prohibido hacer fuego en la jurisdicción del área protegida«, dijo.

Otros atractivos en la zona

Al pasar la tranquera, por el camino principal se accede también a lugares muy atractivos con pedreros o playas con pasto en la costa del río Limay, ideales para un picnic. Sin embargo, no se puede acampar.

«Todo el camino es muy atractivo y permite contemplar la estepa. Insistimos en que gente trate de bajar un cambio, detenerse en el ritmo y contemplar la fauna. Para que aparezcan aves, hay que caminar con tranquilidad», señaló.

Dijo que muchas veces, la gente camina escuchando música con parlantes que le impide descubrir las riquezas del lugar. «Se van a encontrar con un paisaje sorprendente. Es el valor de la estepa», recomendó.