Y si de repente…

Si yo pudiera o tuviera que arreglar la Argentina, lo primero que haría es no entender, no saber cómo…

Me olvidaría de todas mis opiniones, de todas mis reflexiones, de todas mis interpretaciones, de todas mis historias y mis intenciones.

Ese día me costaría dormir porque dudaría que el sol fuera a salir mañana, pero, despojada de prejuicios y pretensiones y prioridades, mi esperanza se erguiría libre y vitalmente virtual.

Desatado de presunciones comenzaría el día con mi conciencia limpia de suposiciones comunes y corrientes. Todo sería probablemente posible pues no habría antecedentes, y los precedentes ignorados no constituirían ningún obstáculo.

No estaríamos jugando al mismo juego de jerarquías y valoraciones personales. Lo posible no estaría sujeto a reglas preconcebidas y fijas en nuestras conciencias. Habrían desaparecido las cifras para hacer cálculos para distribuir nuestro amor. Con tantas posibilidades de dar, hacer y ser, me tornaría como un niño y escucharía, con oídos sabios, las objeciones de los mayores que ya no creen en la Gloria de Dios. ¡Paz y bien!

Alberto Félix Suertegaray

DNI 14.169.481

Roca


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios