Se desvanecen las pistas en la investigación del crimen de Micaela

Se desvanecen las pistas en la investigación del crimen de Micaela

El análisis que se hizo para cotejar si los rastros de material genético, que los investigadores hallaron en algunas uñas de Micaela Bravo, pertenecían a Boris Hermosilla dio resultado negativo. Así se cayó una pista clave para la investigación del crimen de Micaela.

El Ministerio Público Fiscal y familiares de la joven asesinada tenían expectativas de que el estudio genético solicitado por la fiscal Betiana Cendón aportara la pieza clave para profundizar la investigación y esclarecer el homicidio.

Sin embargo, el análisis de ADN de la muestra extraída a Hermosilla dio resultado negativo cuando se la comparó con el material genético que se obtuvo en dos uñas de la víctima. En consecuencia, la investigación vuelve al punto de partida.

De todos modos, fuentes judiciales aseguraron ayer que hay medidas de prueba pendientes solicitadas por la fiscalía y afirmaron que la investigación sigue adelante.

Las sospechas apuntaron hacia Hermosilla a partir de su detención como presunto autor del homicidio de Hugo Collihuin, que ocurrió el 27 de febrero pasado en esta ciudad.

Fuentes judiciales explicaron a “DeBariloche” que Hermosilla y Collihuin integraban bandas que estaban enfrentadas por motivos que se investigan. Cuando detuvieron a Hermosilla, después de que se entregara a la Policía, allegados a Collihuin hicieron circular presuntamente la versión de que el joven podría haber tenido participación en el crimen de Micaela. Por eso, se pidió el estudio genético que dio resultado negativo.

Hermosilla está procesado con prisión preventiva, junto con Jonathan González. Se los imputó como presuntos coautores del homicidio agravado de Collihuin por ser con alevosía y mediante el uso de armas de fuego.

Por el crimen de Micaela hasta el momento no hay imputados. La joven desapareció el 23 de marzo del año pasado y nunca más regresó a su domicilio, ubicado en el barrio 2 de Abril. Hallaron sus restos en un descampado, en cercanías de la avenida Juan Marcos Herman. Micaela tenía 28 años y era madre de tres hijos. Estaba separada de Patricio Vargas.