Sensaciones y realidades

mirando al sur

El mensaje ante la Asamblea Legislativa con el que el presidente Mauricio Macri inaugura hoy el segundo período de sesiones ordinarias de su mandato viene precedido por una serie de pistas sobre cómo buscará revertir las expectativas políticas y económicas, que se deterioraron en febrero y ya se ven afectadas en marzo por conflictos gremiales de incierto desenlace -como los de docentes y futbolistas agremiados-, más la marcha a Plaza de Mayo convocada para el martes 7 por la CGT y organizaciones sociales con el apoyo de las distintas fracciones de la oposición peronista e incluso la propia Cristina Kirchner en coincidencia con su nueva citación judicial.

Con la forma de comunicación preferida por el gobierno, el Twitter oficial (@Casa Rosada) anticipa mediante un breve video que el Presidente “evaluará lo recorrido, desarrollará los temas que proponemos tratar en el recinto y el rumbo que queremos para nuestro país”. Y prevé que “en el año legislativo habrá debates, sesiones maratónicas, desacuerdos y consensos, pero siempre con un único objetivo: llevar a la Argentina hacia un futuro mejor”. O sea, nada que se aparte de la formalidad para estas ocasiones. Pero en un reportaje difundido durante el fin de semana largo de Carnaval, el propio Macri acusó al gremialismo peronista de “querer disparar el año electoral” y apostar al fracaso del gobierno frente a la incipiente recuperación económica y del empleo, para lo cual puso como ejemplo contrario el acuerdo tripartito para reactivar Vaca Muerta. También juzgó que, cuantitativamente, los errores oficiales fueron muy pocos en comparación con los logros de su gestión.

Para cohesionar a su tropa propia, el Presidente reunió anoche en una cena en Olivos a todo su gabinete y a legisladores de Cambiemos, después de que en estos días volvieran a despuntar cortocircuitos internos. Entre ellos, los reclamos de la UCR en Villa Giardino (Córdoba) por mayor participación y espacios de poder de cara a las elecciones y del titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, de “menos marketing y más estadistas” en la gestión oficial.

Al igual que en los últimos meses la alusión de Monzó apuntó implícitamente a Jaime Durán Barba, el asesor de imagen presidencial que sostiene que la gente vota por “sensaciones” y que el rechazo político al kirchnerismo alcanzará para que el oficialismo se imponga en la decisiva provincia de Buenos Aires. No obstante, esta estrategia es cuestionada por dos razones. Por un lado, las “sensaciones” fueron un concepto del que el relato de CFK hizo uso y abuso para ocultar problemas reales (inseguridad, inflación, pobreza, etc.), hasta quedar totalmente devaluado ante la opinión pública. Por otro, la amplia brecha existente entre los avances económicos que proclama el Gobierno y la percepción de amplios sectores de la sociedad sobre esas mejoras, que demoran en hacerse sentir en los bolsillos. Si bien las divisiones en el PJ favorecen las chances electorales del oficialismo, la situación y las expectativas acerca del futuro de la economía son las que suelen definir las elecciones de medio término.

Esto explica por qué el ministro de Hacienda haya anunciado prematuramente, en otro reportaje televisivo, que “la recesión en la Argentina ha terminado”. Sólo técnicamente el diagnóstico de Nicolás Dujovne es correcto. El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), difundido el viernes por el Indec, registró en diciembre un repunte desestacionalizado de 1,6% con respecto a noviembre y cortó una racha de cuatro trimestres consecutivos de retroceso, reflejados en una caída de 2,3% interanual. La cosecha triguera récord tuvo un rol clave, al igual que el fuerte impulso oficial a las licitaciones de obras públicas. Pero este indicador – que es una aproximación del PBI- todavía no alcanza a completar un trimestre de recuperación y por ahora la incógnita es cuánto podrá subir a lo largo de 2017 (el pronóstico oficial es de 3,5% anual), ya que no se trata de una reactivación homogénea, especialmente en la industria manufacturera. De ahí que sus efectos no sean percibidos de inmediato; máxime, tras la contracción del consumo del año anterior.

Sin embargo en la misma entrevista (difundida por el canal digital del diario La Nación), Dujove fue más allá. Sostuvo que el crecimiento del PBI se va a sostener por muchos años; que la reducción gradual del déficit fiscal hará que el financiamiento externo sea transitorio; que hay más exportaciones a Brasil; que la inflación se ubicará por debajo de 1% mensual en el segundo semestre, en línea con la meta de17% para 2017 y que no hay atraso cambiario. “Este gobierno tiene una gran ventaja y es que piensa en el largo plazo; es la antítesis de lo que hacen los gobiernos populistas”, afirmó. Probablemente este sea uno de los ejes del discurso de Macri en el Congreso.

Aun así, sería conveniente que el gobierno no minimice la explicación de los costos económicos de corto plazo. Por lo pronto, la meta decreciente de déficit fiscal se apoya en la reducción de subsidios a la electricidad y el gas, que se traduce en dos aumentos semestrales de tarifas por encima de la inflación. Esto afecta principalmente a sectores de clase media de Capital Federal y Gran Buenos Aires, donde estaban más retrasadas y se concentra el mayor número de votantes. Por caso, un informe de la Dirección de Estadísticas de la CABA revela que ya en enero, el gasto en servicios de una familia tipo resultó más alto (con $ 7.502 mensuales), que en alimentación ($7.323). Además, el primero de esos ajustes (distribuido entre febrero, marzo y abril), coincide con las paritarias docentes y del sector público, para las cuales se fijó una pauta salarial alineada (o indexada) con la inflación de este año, sin recuperación de pérdidas de 2016. Por su parte, el presidente del Banco Central admitió que se avecina un segundo trimestre delicado para la inflación debido a los ajustes tarifarios, lo cual significa tasas de interés altas para los meses en que se negociarán las paritarias del sector privado. Y si bien es cierto que el tipo de cambio real es más alto que cuando asumió Macri, eso no quita que en 2016 la mayor inflación diluyó buena parte de la mejora lograda en el arranque de su gestión, sólo atenuada por la apreciación de varias monedas de la región. Mientras tanto, el dólar barato alienta tours de compras de argentinos en el exterior a raíz de los altos costos internos en moneda dura. En este caso, salvo casos puntuales como computadoras o notebooks o beneficios fiscales para pymes, la prometida reducción de costos impositivos, logísticos y financieros internos quedará para después de las elecciones.

Las “sensaciones” fueron un concepto del que el relato de CFK hizo uso y abuso para ocultar problemas reales (inseguridad, inflación, pobreza, etcétera).

Si bien las divisiones en el PJ favorecen las chances del oficialismo, la situación y las expectativas acerca del futuro de la economía son las que suelen definir las elecciones.

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Las “sensaciones” fueron un concepto del que el relato de CFK hizo uso y abuso para ocultar problemas reales (inseguridad, inflación, pobreza, etcétera).
Si bien las divisiones en el PJ favorecen las chances del oficialismo, la situación y las expectativas acerca del futuro de la economía son las que suelen definir las elecciones.

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