Reconocimiento para la red neuquina de alcoholismo

La vida de José Cárdenas apenas conocía de penurias y dolor. Los bares de Loncopué eran su hogar y sólo los abandonaba de vez en cuando para internarse en el hospital en busca de ayuda. Su adicción al alcohol le había quitado la fuerza de voluntad y lo condenó al infierno más doloroso. Hasta que el grupo de ayuda de la red provincial lo rescató.

“Fue hace trece años, no podía salir pero me dieron las herramientas y de a poco logré ir superando esta adicción, desde entonces no tuve recaídas y soy otra persona”, sostuvo José.

Su testimonio fue uno de los tantos que ayer formaron parte del reconocimiento que la Legislatura neuquina le brindó a la red provincial de alcoholismo. El vicegobernador Rolando Figueroa encabezó el acto junto al diputado provincial por Zapala, Eduardo Fuentes, y ambos destacaron la trascendencia de un equipo de trabajo que funciona a pulmón y gracias al esfuerzo de decenas de silenciosos voluntarios del sistema de salud neuquino y de personas recuperadas.

“Esto nació de algo muy interior de cada persona que se quiso recuperar. Me viene a la memoria el caso de Franklin Barrera, un poblador del norte neuquino, quien fue el primero que me contó de esta propuesta en 1999”, recordó Figueroa.

“El origen de este grupo son las personas que buscaron ayuda para salir y que terminaron ayudando a tantos otros”, añadió Figueroa.

“El alcoholismo, como muchas enfermedades de difícil tratamiento, requiere de abordajes casi artesanales. Esto implica ir diseñando tratamientos particulares para cada caso. No es lo mismo este padecimiento en la ciudad que en la cordillera”, sostuvo el legislador Fuentes.

“No tenemos mucho tiempo libre, nos estamos reuniendo tres veces por semana y tenemos un programa de radio. Nos haría falta un vehículo para ir a los parajes del interior”, reconoció Cárdenas.

El grupo realiza tres reuniones semanales y tiene un programa de radio. “Nos haría falta un vehículo para ir a los parajes del interior”, dicen los integrantes de la red neuquina.

leonardo petricio