“El aborto debe interpretarse en una situación de salud integral”

“Una mujer que un momento de su vida decide interrumpir su embarazo porque está angustiada, tiene una causal de salud porque la salud debemos interpretarla integralmente”, remarcó la investigadora del Conicet Mariana Romero. El Código Penal de la Nación contempla el aborto permitido por causales: en caso de que peligre la vida de la mujer, la salud o en caso de que haya existido una violencia sexual. Por otro lado, el protocolo impulsado por el ministerio de Salud de la Nación toma la salud de manera integral, lo que prácticamente legaliza la práctica del aborto, asegura Gabriela Luchetti, ginecóloga y docente de la Universidad Nacional del Comahue (UNC).

La interrupción legal del embarazo fue el tema central en la jornada taller que se realizó el viernes en el hospital, a través de un proyecto de Extensión de la facultad de Ciencias Médicas de la UNC. Unas 90 personas, entre profesionales de la salud, trabajadores sociales y estudiantes de medicina debatieron sobre el aborto, las leyes vigentes y la provisión en el sistema de salud.

Romero, la especialista invitada, indicó que en los últimos años hubo cambios positivos debido a que se pasó de una situación de miedo y de desinformación en los equipos de salud a trabajar en un clima de confianza y más democrático ya que hay un profundo respeto por los derechos humanos.

La médica investigadora explicó que existen distintos niveles de normativas.

El Código Penal dice en qué situación es el aborto legal, el protocolo del ministerio de Salud explicita los procedimientos que los equipos de salud llevan adelante y algunas provincias, como Río Negro, tienen una ley provincial y una reglamentación que da cuenta de la normativa que se debe cumplimentar en el territorio de la provincia.

A su vez, Romero explicó el estado en el que llega la mujer al área de salud y remarcó que atraviesan distintas situaciones.

Algunas tienen la decisión tomada, otras se encuentran con ambivalencias y no saben qué hacer, y están aquellas que no llegan con la demanda tan explícita.

Es entonces donde se ve el rol del equipo de salud de poder ayudar para que puedan encontrar cuál es la situación que la aflige. “El concepto de integralidad lo usamos para muchas otras cosas. La gente no es sólo un corazón que está funcionando bien, sino también una persona que perdió el trabajo, que está angustiada porque tiene un hijo en una situación de vulnerabilidad. No estamos forzando la definición para hacerla más amplia, estamos aplicando como debe ser, la salud integral”, explicó Romero.

Gabriela Luchetti, ginecóloga y docente de la Universidad del Comahue.