El sistema que permitió ubicar a un sospechoso seis años después

La detención del autor de un hecho delictivo grave repara en parte el dolor de los afectos cercanos a la víctima, consuela por ese descanso en paz, ofrece seguridad a la comunidad y otorga una gran satisfacción en quienes investigaron, muchas veces en silencio. Se hace justicia, que es lo que se reclama y se busca aunque a veces no parezca.

El homicidio de Irma Casadei de 75 años ocurrido en el 2011 en Viedma es el caso más gráfico y reciente que puede ser tomado como ejemplo.

En la sociedad local generó la misma repercusión el crimen aquel 9 de marzo de hace seis años y la detención, un par de días antes de que se cumpliera el aniversario, de un hombre sospechoso. Fue el tema de conversación en todos lados hace seis años y ahora. La conmoción por el asesinato de una mujer mayor y frágil, a quien para robarle no habría hecho falta más que sorprenderla, fue inevitable. Y ocurrió lo mismo al trascender que el detenido era Miguel Levin, para la mayoría una identidad desconocida, aunque era un personaje popular por la venta de bolsas de residuos en la puerta del Ipross o de un supermercado de la céntrica Rivadavia, a quien muchos le encargaban hasta la bici mientras hacían un trámite o una compra rápida. Tal vez hasta la misma familia de Casadei le compró en alguna oportunidad.

A principios de marzo Levin fue detenido gracias al Sistema Automático de Identidad Dactilar, conocido como Afis, con el que cuenta desde hace unos meses la Policía de Río Negro. Fue adquirido el año pasado con fondos petroleros y puesto en marcha en octubre.

Esta nueva tecnología ayudó, pero pudo más la tenacidad del sargento primero Gustavo Carrasco, encargado de levantar los rastros en la vivienda de Irma Casadei el día de la tragedia y de mantener vigente la investigación. En silencio. (Ver aparte)

Afis y Sibios

La Policía de Río Negro cuenta con dos sistemas que agilizan la obtención de datos y posibilitan avances importantes en la investigación de los hechos.

Por un lado, la adhesión al Sistema Federal de Identificación Biométrica para la Seguridad (Sibios). Se trata de una base de datos de la Policía Federal que incluye 19 millones de registros de las provincias que como Río Negro firmaron el convenio respectivo, y que verifica en forma inmediata si una persona tiene antecedentes o pedido de captura.

Y por el otro, el Afis, que centraliza la carga de huellas dactilares de prontuarios viejos y nuevos de toda la provincia bajo un criterio de selección para no saturar el sistema. Al momento suman unos 7.000. Todo depende del Departamento de Criminalística de la Jefatura a cargo del comisario Julián Martín, para quien este tipo de tecnología “permite desenvolvernos con mayor satisfacción, siempre y cuando sea adecuado el trabajo en el lugar del hecho con el levantamiento de rastros y su resguardo”. En este sentido destacó el trabajo del operador que levantó los rastros en el lugar donde fue atacada Casadei y los resguardó durante todos estos años. También valoró el trabajo de los 14 empleados del área que cargan los datos a los que acceden los operadores de los gabinetes de Criminalística de Viedma, Roca y Bariloche que son los que cotejan esas cargas. Agregó que el Afis brinda un porcentaje de posibilidad pero “la certeza la da el ojo humano que coteja entre el rastro levantado y la ficha que contiene las huellas digitales de las personas que han sido detenidas por diferentes hechos”.

Martín adelantó que el programa tiene capacidad para la carga de datos de 100.000 personas y que el objetivo es contar con un importante caudal a fin de año. También destacó que en lo que va del año y con la aplicación de este sistema en Bariloche fueron obtenidos resultados positivos en más de 20 hechos, la mayoría robos calificados. No obstante en Viedma se logró el de mayor repercusión por tratarse de un homicidio que además ocurrió hace seis años.

La última palabra

“Ninguna huella dactilar es igual ni siquiera en los gemelos”, sostuvo el oficial inspector Víctor Martín Cabrera, a cargo de la Afis, como una forma de graficar la tarea minuciosa de los operadores del área y los alcances del sistema que también permite la carga de las palmas de las manos además de la tercer falange de los dedos, posibilitando un resultado más rápido.

El equipamiento se compró hace un año pero llevó tiempo el proceso de creación de protocolos de carga y la capacitación del personal que estuvo a cargo de técnicos de Francia y Colombia. Tras destacar que este Afis de Río Negro es el más avanzado de Latinoamérica, Cabrera admitió que este sistema agiliza las investigaciones y genera muchas expectativas en hechos aún sin esclarecer. “Acelera el tiempo de búsqueda y al tener una base de datos amplia maximiza las posibilidades de resolución de casos”, sostuvo.

Explicó que al ingresar una huella dactilar, el sistema larga 10 candidatos posibles con distintos puntajes. “En el caso de superar los 3.000 puntos se infiere que es un posible positivo y eso requiere abrir el caso y constatar la existencia de 12 o más puntos característicos entre las huellas cotejadas para establecer la identidad física”, puntualizó. Destacó que “la última palabra la tiene el perito”.

En cifras

El sistema Afis fue adquirido en el 2016 por la provincia de Río Negro con fondos provenientes de la renovación de los contratos petroleros.

El correcto levantamiento y preservación de rastros son fundamentales para que el cotejo con la base de datos tenga garantía de éxito.

Comisario Julián Martín, a cargo del departamento Criminalística

La certeza la da el ojo humano, que coteja entre el rastro levantado y la ficha que contiene las huellas digitales de las personas que han sido detenidas por diferentes hechos”.