Juntos se vuelve a reunir y mide qué tan cerca están Carreras y Weretilneck

La dirigencia del oficialismo rionegrino debatirá hoy en Cipolletti. La estrategia electoral domina la agenda, pero los vínculos internos marcan el escenario.

La dirigencia principal de Juntos se reunirá hoy en Cipolletti para abordar la estrategia electoral. El reencuentro tendrá un componente adicional: el escaneo interno de la relación del presidente del Partido, Alberto Weretilneck con la gobernadora Arabela Carreras, últimamente marcada por la indiferencia política.

En principio, los convocados rondan una treintena, desde la conducción a la Asamblea partidaria, pasando por intendentes y por algunos concejales. Estricto en la nómina, aunque la mandataria podría sumar a alguien si decide concurrir con algún colaborador. El número de participantes se ajustó al argumento de razones sanitarias y con el compromiso de un inmediato programa de reuniones con legisladores y concejales.

Retoques de la organización fueron repasados ayer por Carreras y Facundo López -que preside la Asamblea- en un apartado de un acto institucional en la Residencia

Un primer punto ya está resuelto: se intervendrá en la elección parlamentaria del 2021. Este anuncio confirmará la participación de Juntos, por si existían dudas, ancladas en el antecedente del 2017, cuando se concluyó con la deserción por la derrota en las primarias. Esa resolución no tiene grieta entre Carreras y Weretilneck.

El discurso electoral y el posicionamiento de campaña centrarán las evaluaciones. El oficialismo deberá graduar su posición frente al gobierno de Alberto Fernández en la búsqueda de los votos opositores, concentrados hoy en Juntos por el Cambio. No será suficiente el mensaje provincial cuando la disputa se nacionalice.


En paralelo al encuentro partidario, un grupo de contribuyentes de todo el Alto Valle se movilizará para insistir en su rechazo a la suba en los impuestos.


Queda establecer cómo el gobierno se involucrará en la campaña. El análisis inicial será político y quedará pendiente otro aspecto: cómo asistirá el aparato estatal al oficialismo partidario en el nuevo desafío electoral. Ahí sí se sabe que no hay miradas plenamente comunes entre Carreras y Weretilneck.

La falta de contacto directo alentó últimamente a cierta frialdad entre ellos, a partir de que el senador respeta su espacio y no incursiona en el gobierno, aunque no oculta su enfado ante ciertas decisiones gubernamentales. Esa apatía de Weretilneck es detectada por la mandataria.

“Mi silencio es el aporte”, repitió últimamente el senador cuando se le advirtió sobre su actitud con la gestión provincial.

Carreras reduce los desencuentros a circunstanciales opiniones divergentes, asegurando que los contactos -vía mensajes- son permanentes. “No hay daño”, valora incluso.

¿Qué va a pasar en Cipolletti?, fue la consulta repetida de sus colaboradores. “Depende lo que resuelva el Partido. Ahí soy sólo una parte más”, marca con una distinción de su mando al frente del gobierno.


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