¿No sabés qué leer?: estos son los libros recomendados de la semana
La librería Lecton elige, como todas las semanas, novedades, clásicos e infantiles para regalarse el placer de leer.
El viento sopla donde quiere
Susanna Tamaro
Treinta años después de Donde el corazón te lleve, Susanna Tamaro regresa al territorio de la confesión íntima con El viento sopla donde quiere (Seix Barral, 2025).

La novela se construye en torno a tres cartas escritas por Chiara, una madre que, enfrentada a la enfermedad y al miedo, decide abrir las grietas de su vida ante sus hijas y su esposo: a Alisha, hija adoptiva nacida en India, le habla de raíces y pertenencia, de la búsqueda de identidad en medio de silencios familiares; a Ginevra, hija biológica concebida durante el proceso de adopción, le confiesa la tensión entre azar y destino, y a Davide, esposo, le revela el peso de un error legal que puso en jaque la estabilidad del hogar.
Tamaro explora la maternidad como fractura y como herencia, en un cruce entre lo biológico y lo elegido. La escritura epistolar funciona como un acto de sinceridad radical, donde la palabra se convierte en testamento. La novela interroga la posibilidad de construir un destino genuino, incluso cuando el pasado parece imponerse.
Cuentos completos
Alberto Laiseca
Alberto Laiseca auscultaba la respiración de cada palabra y le daba el tiempo y el formato que en silencio le sugería. Por eso el autor de «Los sorias», la novela más extensa de la literatura nacional, es también un cuentista eximio que construye con destreza formatos breves. En este volumen, plasma sus saberes enciclopédicos y revisita personajes.

Los Cuentos completos condensan la potencia de un autor que hizo de la exageración y el exceso su marca personal. No se trata de una recopilación ordenada en torno a un tema único, sino de un universo narrativo donde conviven lo grotesco, lo fantástico y lo delirante con una ironía corrosiva. Laiseca despliega relatos que oscilan entre la fábula oscura y la sátira social, con personajes que parecen atrapados en un mundo deformado por la paranoia, el absurdo y la violencia simbólica.
La lectura de estos cuentos es un tránsito por atmósferas inquietantes, donde lo cotidiano se desarma y se vuelve extraño. El humor, siempre desbordado, funciona como un mecanismo de distorsión: lo risible se mezcla con lo siniestro, y lo vulgar se eleva a categoría literaria. La prosa de Laiseca, directa y a la vez barroca, construye un ritmo que arrastra al lector hacia un territorio de incomodidad y fascinación.
Libro del desasosiego
Fernando Pessoa
Fernando Pessoa fue sin duda el más importante escritor portugués del siglo XX. Libro del desasosiego es su obra maestra en prosa, compuesta de aproximadamente quinientos fragmentos que Pessoa redactó entre 1913 y 1935, año de su muerte, y dejó inéditos, con indicaciones escuetas y contradictorias. La obra constituye la “autobiografía” de Bernardo Soares, uno de los tantos alteregos literarios –los famosos heterónimos– del autor.

Es una obra que se despliega como un diario fragmentario, escrito bajo el heterónimo Bernardo Soares, un ayudante de tenedor de libros en Lisboa. No es una novela ni un tratado, sino una constelación de pensamientos, confesiones y visiones que se entrelazan en un tono íntimo y a la vez universal. Pessoa construye un texto que parece avanzar en círculos, donde la repetición y la variación son parte de su respiración: el tedio, la melancolía, la contemplación de lo mínimo, la imposibilidad de la acción, el deseo de ser nada y la fascinación por la vida interior.
No puede reducirse a un argumento, porque lo que se ofrece es una experiencia de lectura que oscila entre la lucidez y el vértigo. Soares observa la ciudad, las calles, los transeúntes, pero todo se convierte en espejo de su conciencia. Lisboa es un escenario que se disuelve en metáfora, y la rutina de la oficina se transforma en símbolo de la monotonía existencial. El estilo es preciso, musical, con frases que se abren como aforismos y que invitan a la relectura. Pessoa logra que lo cotidiano se vuelva inquietante: un gesto, una sombra, un silencio se cargan de sentido. Es un texto que exige complicidad del lector, que lo invita a perderse en sus pliegues y a aceptar que el desasosiego es también una forma de verdad.
La Ruta del esnife
Gustavo Caletti
Es una novela que mezcla humor ácido, crítica social y un viaje delirante por los márgenes de un país, donde lo banal se convierte en cartografía existencial.
La obra comienza con un encuentro inesperado en el baño de un bar: Claudio, un académico desencantado, se cruza con Mika, una mujer enigmática que lo arrastra hacia un destino insólito. Ese vínculo lo conduce a un trabajo aparentemente trivial —evaluar el estado de los baños en las franquicias de una cadena de estaciones de servicio— que pronto se transforma en una excusa para desplegar una investigación personal: la del esnife. Caletti utiliza los baños de ruta como metáfora de un país oculto, residual, donde lo marginal revela más que lo oficial. A través de viajes imposibles y encuentros homéricos, dantescos y quijotescos, el protagonista se enfrenta a batallas perdidas de antemano, mientras el relato oscila entre lo grotesco y lo poético. El humor ácido y la ironía funcionan como lentes deformantes que exponen las grietas de la sociedad contemporánea.

La prosa es afilada, con descripciones que destilan tanto comicidad como incomodidad. El absurdo se entrelaza con lo real, y el lector queda atrapado en un territorio donde lo risible convive con lo trágico. La novela no da respiro: asquea, da risa, marea y obliga a mirar lo cotidiano desde un ángulo inesperado.
Las amantes de Picasso
Jeanne Mackin
La novela entrelaza la investigación de una joven periodista en el Nueva York de los años cincuenta con las memorias íntimas de las mujeres que orbitaban alrededor del pintor en la Riviera francesa.
La protagonista, Alana Olson, recién graduada y con aspiraciones en el mundo del arte y el periodismo, se obsesiona con la figura de Picasso y decide reconstruir su historia a través de entrevistas con Sara Murphy e Irène Lagut, dos mujeres que formaron parte de su círculo cercano. Lo que comienza como un proyecto profesional se convierte en un viaje personal: las voces de estas mujeres revelan no solo la vida del artista, sino también los fragmentos ocultos de romances, obras desconocidas y recuerdos que habían permanecido en la sombra.

La novela se despliega como un contrapunto entre dos tiempos: el Nueva York de 1953, marcado por la precariedad y la lucha de una mujer por hacerse un lugar en un ámbito dominado por hombres, y el verano de 1923 en la Riviera francesa, donde el glamour y la tensión se mezclan en torno a Picasso y sus musas. Jeanne Mackin construye un relato que rescata a esas figuras femeninas de la condición de “inspiración pasiva” y las coloca como protagonistas de su propia historia.
La autora ofrece un retrato coral en el que las amantes y musas de Picasso dejan de ser sombras para convertirse en voces que cuestionan, recuerdan y reescriben la memoria del artista. La narración se convierte en un espacio donde el mito del genio se confronta con las vidas que lo rodearon, y donde la fascinación por el arte se cruza con la necesidad de justicia narrativa.
Mis amigos los insectos
Françoise Lasserre
Este es un libro que invita a mirar con curiosidad y respeto a esos pequeños habitantes que conviven con nosotros en la vida cotidiana. Lejos de presentarlos como seres molestos o repulsivos, Lasserre los convierte en protagonistas de un relato cercano y didáctico. El texto se dirige especialmente a un público infantil y juvenil, pero su tono accesible y su mirada poética lo hacen disfrutable para cualquier lector. La propuesta es sencilla y poderosa: descubrir que los insectos no son intrusos, sino vecinos, y que su presencia es vital para el equilibrio de la naturaleza.
El libro combina información científica con un lenguaje claro y ameno. Cada insecto aparece descrito en su hábitat, con sus costumbres y particularidades, pero sin caer en el tono enciclopédico. La autora logra que el conocimiento se transforme en narración, y que los datos se conviertan en pequeñas historias que despiertan empatía. La estructura con solapas y recursos visuales refuerza la experiencia lúdica, permitiendo que el lector explore y descubra de manera activa.

“Mis amigos los insectos” se inscribe en una línea de literatura infantil que busca despertar la curiosidad y el respeto por la biodiversidad. Más que un manual, es una invitación a la convivencia y a la mirada atenta.
El viento sopla donde quiere
Susanna Tamaro
Treinta años después de Donde el corazón te lleve, Susanna Tamaro regresa al territorio de la confesión íntima con El viento sopla donde quiere (Seix Barral, 2025).
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