“Abundan los ejemplos de la desidia mediocre”

Los primeros días de calor intenso que anuncian el inicio del período estival ponen de manifiesto las falencias de la sociedad argentina que se acentúan cada año. Dos de las más graves son la falta de agua potable en gran cantidad de ciudades, en todas las provincias, y el problema eléctrico que afecta prácticamente a todo el país. Ambos importantes problemas son demostración cabal de la improvisación con que los funcionarios políticos asumen la responsabilidad para con la comunidad. Tenemos importantes ríos que recorren grandes extensiones del territorio nacional, como ofreciéndose a ser usados, consumidos, porque para eso están puestos por la naturaleza. Están al alcance de la mano, pero es necesario construir los ductos y canales para poner el imprescindible fluido a disposición de los usuarios. No hay quién los haga o están ausentes, o simplemente porque ignoran que se podrían hacer. Las ciudades crecen aceleradamente, demandando mayor cantidad de agua para uso personal, industrial, etc., pero, no obstante al progreso tecnológico, la dirigencia se olvidó de planificar las infraestructuras necesarias para asegurar el adecuado abastecimiento del vital elemento. No se dieron cuenta todavía de que gobernar es hacer obras para la gente. Eso hace un político con vocación de servicio y, no obstante a ser numerosos, a ninguno hasta ahora se le ocurrió gestionar para la comunidad. En nuestra región y el país abundan los ejemplos de esa desidia mediocre que afecta especialmente a la dirigencia política. Los derrames de abundante agua en la calle son el triste ejemplo del abandono al que estamos sometidos. Los romanos tenían solucionado el problema del agua para grandes ciudades, como Roma, Nápoles, etc., en los inicios de la era cristiana. Las obras, no obstante el tiempo, perduran hasta la fecha, aunque sólo sean como testimonios de la laboriosidad e ingenio de la época. En el plano energético ocurre algo similar, pese a que los especialistas en el tema hace bastante que vienen advirtiendo acerca de la necesidad de hacer las inversiones para que no ocurra lo que está sucediendo. Es obvio que hacen caso omiso y, casi podría decirse, no están interesados en resolver el acuciante problema no obstante su gravedad. Además es notorio que la mayoría de los temas relacionados a la comunidad son tratados con liviandad e improvisación. Omar A. González, DNI 5.749.340 Neuquén

Omar A. González DNI 5.749.340 Neuquén


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