Adaptarse a estos tiempos con arte y creatividad, la apuesta de Cecilia

Cecilia Ferreyra tenía un emprendimiento para niños, pero su faceta artística tomó fuerza en cuarentena y reconvirtió su proyecto en algo mucho más grande. Restaura y renueva muebles, pero sueña con exponer sus cuadros y llenar todos los rincones de la región.

Una de las grandes virtudes de los artistas que sienten pasión por lo que hacen es la capacidad de plasmar su arte en casi cualquier espacio disponible. El mundo es un lienzo para estas personas, y Cecilia Ferreyra parece ubicarse en este selecto grupo desde hace ya un largo tiempo.
La artista, que hoy hace de su nombre una marca, se dedica a restaurar y renovar muebles aplicando su toque personal en cada oportunidad. Esta fue, si se quiere, su ganancia de cuarentena. Pero para llegar a esto, atravesó varias etapas.


Todo comenzó con un pequeño emprendimiento apuntado al público infantil. “Se llamaba ‘La micro onda’ y surgió en principio para niños, de hacer regalitos y cosas que yo veía que iban necesitando mis hijos. Así surgió que me fueron haciendo pedidos y de ahí salió un emprendimiento que tiene que ver con los niños, por eso lo de ‘micro’, era chiquito y familiar. Después se fue ampliando, empezaron a pedirnos cosas más grandes como muebles, bibliotecas o murales; y ya después me preguntaban para adultos” relata Cecilia. Además, agrega que “desde 2009 aproximadamente hemos pasado por varias etapas. He ido a ferias de diseño, después se nos incendió el auto y dejamos de participar… hubo altibajos , por supuesto”.
Con una idea que se fue adaptando al correr del tiempo, llegó el cimbronazo que aún hoy sufrimos: una pandemia tomó por sorpresa al mundo y el 2020 quedó grabado a fuego para todos. Sin embargo, Cecilia supo ver una oportunidad en medio de tanta crisis.

“El tema de restauración y renovación de muebles surge por esta situación de pandemia”, explica Ferreyra, que tuvo que adaptar sus actividades: aparte del emprendimiento, también daba talleres para niños y adultos. “Tuve un paso corto por una escuela pública de gestión privada en Roca, pero siempre fue independiente. Este año tenía muchos proyectos de seminarios en distintos lugares, todo relacionado con el arte; y al verme impedida y no poder dar talleres presenciales… A mí, el tema del Zoom o lo virtual no me gusta mucho, menos en el arte, que es algo palpable, para experimentar y para ver”, relata.


Con la llegada del aislamiento, apostó fuerte por un cambio. “Me tuve que reinventar, entonces empecé con la renovación de muebles. La gente al estar en la casa empezó a mirar más sus espacios y muebles y los empezó a renovar o restaurar, o a tirarles alguna onda. Yo soy muy partidaria del color, disfruto muchísimo esta nueva etapa. Obviamente no todos los muebles van con color, hay algunos más sofisticados por ejemplo. A veces los clientes vienen con propuestas y a veces la propuesta la hago yo”, cuenta.
Esto le dejó tantas certezas como dudas. Así como llegó una cosa, se fue la otra. “El emprendimiento surgió como ‘La micro onda’, pero hoy ya no es más algo familiar, estoy sola. Como fue mutando y creciendo, ahora también tengo una plancha para sublimación y proyectos que tienen que ver con eso. Por eso la idea es poner mi nombre, como artista plástica, Cecilia Ferreyra. Estoy con el logo también que tiene que ver con mi nombre, porque fue cambiando: ya no tiene que ver solo con los niños, abarca un montón de cosas. También estoy con cuadros que nunca los promocioné, pero la gente por ahí viene a buscar algún mueble y ve mis obras y me encargan cuadros”, asevera.


Aún con una fecha incierta de conclusión, sabemos que la pandemia pasará, como pasa todo. Y la pregunta queda: ¿Seguirá siendo este el proyecto de Cecilia? “Me gusta esto nuevo de los muebles, mucho. En un momento pensé que estaría bueno asociarme con alguien, primero porque estar sola es complicado para todo. No lo digo quejándome, también está bueno, pero a veces hay cosas que se hacen complicadas… Esta renovación que estoy haciendo hoy, me gustaría asociarme con alguien para poder hacer un poco más, porque todo lo artesanal lleva mucho tiempo y a veces uno se queda corto. Quiero hacer todo y la verdad es que no me alcanza el tiempo”, cuenta entre risas.
El objetivo, de todas formas, está claro. Apostar al arte. Hacia allí apunta Cecilia: “Restaurar muebles antiguos, ya desde otro lugar, también era una idea… pero bueno, son todos proyectos. Apunto a seguir así, en un futuro me gustaría montar un local o un espacio con vista al público donde se pueda observar lo que hago, tener el taller atrás, y vender producciones de otros artistas que sea de acá o de cualquier lugar. Darle más lugar al arte y al diseño”.


Y así como supo reconvertirse en pandemia, seguramente lo hará cuando la (¿nueva?) normalidad sea la regla. Como buena artista, tendrá una solución creativa a mano.


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