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Afiliados al Ipross pagan coseguros al triple del valor que corresponde

La obra social del Estado rionegrino traslada a pacientes de kinesiología casi dos tercios del valor de las sesiones. En oftalmología también aparecieron anomalías. Autoridades admitieron el “error” y prometieron reintegros.

Los primeros indicios surgieron con una serie de comprobantes. Los detalles de una comunicación entre prestadores y funcionarios consolidaron la sospecha de que se trataba de un problema serio. Y las autoridades de la obra social terminaron confirmándolo horas atrás: afiliados al Ipross están pagando mucho más de lo que les corresponde por prácticas de kinesiología y oftalmología.

En el caso concreto de los kinesiólogos, los montos que la obra social del Estadio rionegrino hace figurar en los recibos como el 20% de coseguro representan en realidad el 63,5% del valor reconocido a esos profesionales por cada sesión.

La situación comenzó a presentarse a mediados del año pasado y a pesar de las advertencias que se hicieron desde el colegio que agrupa a los matriculados en la región del Alto Valle y Valle Medio, nada se modificó hasta el momento.

El presidente del Ipross, Alejandro Marenco, reconoció las irregularidades en una comunicación con referentes de esa institución, asegurando que se trató de “un error” basado en haber “mezclado los códigos” con los que se diferencia cada tratamiento, prometiendo una pronta corrección del escenario.

Sin embargo, hasta el final de esta semana las anomalías seguían ocurriendo, con casos testigo en los que se exigieron sumas de 3.370 pesos por diez sesiones de kinesiología, cuando hubiese correspondido un monto de 1.071 pesos.

Marenco también admitió los problemas luego de una consulta formal que le hizo RÍO NEGRO el viernes.

En esa comunicación también detalló que no se trataba sólo de las prácticas de kinesiología sino que también lo habían advertido con atenciones de oftalmología.

No obstante, dijo que eran sólo 14 prácticas específicas entre las decenas de prestaciones que cubre la obra social y prometió que lo más rápido posible se harán los reintegros correspondientes (ver aparte).

Los números

La confirmación de que el costo a cargo del afiliado está elevado al triple aparece al contrastar esos recibos entregados en las delegaciones de la obra social, que muestran valores de 1.685,40 pesos por cada práctica, con las planillas recibidas por los profesionales, donde se detalla que desde octubre del año pasado cada sesión se paga 535 pesos.

“No sólo es una grave irregularidad, sino que nos pone en situaciones muy tensas ante nuestros pacientes, porque ellos creen que les estamos mintiendo. Incluso eso les decían en la  delegación. Y la realidad indica que nos reconocen un tercio de lo que el Ipross hace figurar, no estamos cobrando plus y encima recién nos pagaron noviembre del año pasado”, sostuvo uno de los profesionales que reveló la situación ante RÍO NEGRO.

Los casos registrados por este diario corresponden a la delegación Roca y además de existir una enorme diferencia con las cifras reconocidas a los prestadores, revelan incongruencias entre sí, porque a dos afiliados les cobraron montos muy distintos por la misma práctica.

De acuerdo con lo explicado por profesionales de la especialidad, el Ipross paga cada sesión de manera dividida, estableciendo dos códigos en su nomenclador: 250101 para “agentes físicos” y 250102 para “kinesiterapia-masajes”. El valor reconocido para la primera es de 267,37 pesos, en tanto que para la segunda se asignan 268,45 pesos, conformando los 535,82 pesos por cada sesión.

De esta manera, 10 sesiones tendrían un costo de 5.358,20 pesos y el coseguro del 20% debería ser de 1.071,64 pesos.

Sin embargo, a un afiliado que gestionó el 7 de mayo pasado su autorización en la delegación roquense, le facturaron 222,75 pesos por el código 250101 y 842,70 pesos por el código 250102, algo que lo llevó a pagar 1.065,45 pesos de coseguro por cinco sesiones.

Ese monto no tiene relación lógica con el pago que le exigieron a otro afiliado el 12 de mayo, en la misma oficina, por 10 sesiones bajo los mismos códigos mencionados. Siguiendo el caso anterior, por el doble de atenciones debería haber abonado 2.130,90 pesos, pero el desembolso que tuvo que hacer fue de 3.370,80 pesos.

“El afiliado tiene que conocer estas cosas. En nuestro caso, son ellos los que están financiando la mayor parte de las prácticas, cuando realizan un aporte mensual para solventar a la obra social y que ocurra todo lo contrario. Nos llama la atención el tiempo que pasó desde que las autoridades fueron puestas al tanto sobre esta situación, prometieron correcciones y no aparecen cambios”, concluyó otro de los profesionales entrevistados.


Números que no cierran


Arriba: Planilla con los valores reconocidos por los kinesiólogos.

Arriba: recibos de las últimas tres semanas, con elevados e incongruentes montos de coseguro.


Un problema “espantoso”


El presidente del Ipross, Alejandro Marenco, reconoció las irregularidades en el cobro de coseguros.

Lo hizo primero ante referentes del Colegio de Kinesiólogos y luego en una comunicación con RÍO NEGRO.

“La verdad, fue espantoso”, habría dicho el funcionario a los prestadores, que reclamaron aclarar la situación ante los afiliados.

Marenco aseguró que el problema surgió luego de mezclar los códigos de diferentes prestaciones en el nomenclador, algo que derivó en que se estén cobrando coseguros por prácticas relacionadas con la atención a personas con discapacidad.

El titular de la obra social también habría dicho ante los referentes del Colegio de Kinesiólogos que se encomendó a “tres expertos” la tarea de corregir las anomalías.

En la entrevista con este diario habló de una persona y dijo que el proceso de regularización se complicó, porque tuvo covid-19.

Marenco se comprometió a ubicar a los afiliados que pagaron montos que no correspondían, para establecer “un recupero” en sus cuentas sueldo.

Desde el año 2016 no se modificaba el nomenclador. Cuando se hizo, alguien pensó que se tenían que poner los valores de discapacidad. Mandamos a hacer la modificación pero la persona que lo tenía que hacer tuvo covid.

Alejandro Marenco, presidente del Ipross


La solución: ¿un corte?


Además del malestar de los afiliados, los propios empleados de la obra social reclamaron esta semana que se corrijan las distorsiones en el cobro de coseguros.

En el caso de Roca, trabajadores elevaron una nota a la responsable de la delegación para poner fin a la situación, que los expone a permanentes situaciones de tensión con los usuarios.

Sin embargo, la expectativa de esos agentes choca contra las palabras del titular del Ipross.

“Nos va a llevar 20 días más”, estimó Alejandro Marenco durante la entrevista del viernes con este diario.

El presidente del Ipross dijo que evaluaba diferentes alternativas para normalizar la situación, entre ellas la posibilidad de suspender algunos días la cobertura para las prácticas no urgentes dentro de esas especialidades, para que en ese lapso de tiempo se realicen las modificaciones necesarias en el sistema informático que utilizan para las autorizaciones.

Con respecto a la devolución de las sumas cobradas en forma indebida, Marenco señaló que “hay que rastrear mucho, no es fácil, pero lo vamos a hacer”.


Montos que están por encima de los límites fijados por ley


Los montos exigidos por coseguro a los afiliados del Ipross que necesitaron atención kinesiológica y oftalmológica no sólo carecen de relación lógica con los valores reconocidos a los prestadores de la provincia. También van en contra del texto de la ley provincial que regula el funcionamiento de la obra social del Estado rionegrino.

Esa norma, sancionada el 22 de diciembre de 1993 y vigente desde el 4 de marzo del año siguiente, establece en su artículo 12 que “los afiliados abonarán una parte de la prestación, en carácter de coseguro, el que podrá ser establecido por monto fijo o por porcentaje del arancel de la práctica o prestación recibida”.

El segundo párrafo de ese artículo excluye expresamente de esa carga a “toda prestación contemplada en programas preventivos, calificados como tales por el Consejo Provincial de Salud Pública”.

Pero es el artículo 13 el que expone más claramente la irregularidad. Allí se indica que “el coseguro establecido mediante el artículo 11, no podrá ser superior al cincuenta por ciento (50%) del costo de la prestación y su monto será establecido por vía reglamentaria, de acuerdo a las políticas que se fijen y a los recursos financieros del Instituto, poniendo en conocimiento de la Comisión Legislativa de Seguimiento del Ipross, toda modificación que se produzca en este rubro”.

En los casos revelados, el coseguro superó el 63% del monto reconocido a los profesionales de la especialidad.


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