Alejandro, ambulanciero: »héroes son los de Malvinas»

Contundente, convencido y muy concreto. El es chofer de ambulancia y oriundo de Lamarque. Viaja día por medio a General Roca para transportar pacientes que padecen distintas enfermedades (entre ellas covid) o están realizando tratamientos. Su historia.

Luego de tres meses y llegando a los 105 días de cuarentena por el coronavirus, los centros de salud se convirtieron en los lugares clave en la lucha contra la pandemia.

Es el caso del hospital Francisco López Lima de General Roca, donde se viven distintas realidades en cuanto a los pacientes y los trabajadores.
Caminar el predio requiere un cuidado extremo para no alterar el trabajo que allí se realiza, ya que cualquier incumplimiento de las normas de higiene puede resultar peligroso para propios y extraños.

En ese contexto, en la zona donde llegan las ambulancias, dos trabajadores vestidos con mamelucos, barbijos y gorros sanitarios se desinfectan mutuamente con el alcohol diluido como herramienta.

Los trabajadores de salud y su perspectiva. Fotos: Juan Thomes

‘‘No me siento héroe, me da vergüenza cuando lo escucho. Héroes fueron los de Malvinas. Yo no me siento así, estoy haciendo lo que me corresponde hacer. Hay mucha gente que está más al frente que esto. Es cierto que estamos en la primera línea, pero la palabra héroe queda grande. Yo no estoy de acuerdo en que nos agradezcan, pero es mi pensamiento. Se que hay gente que piensa distinto. Hacemos lo que nos corresponde’’.
Contundente, convencido y muy concreto. El testimonio es de Alejandro, chofer de ambulancia y oriundo de Lamarque que viaja día por medio a General Roca para transportar pacientes que padecen distintas enfermedades (entre ellas covid) o están realizando tratamientos. En este caso, trajeron un paciente para una tomografía computada.

‘‘En Salud pública tenemos una función y tratamos de hacer las cosas lo mejor posible tomando las precauciones que hay que tomar: distanciamiento social, barbijo, alcohol, no compartir mates y la vida continúa. Son momentos difíciles, hay que trasladar pacientes desde 300 kilómetros ’’, explica.

Así se desinfectan enfermeros y ambulancieros.

La desinfección no es algo ajeno en el ámbito de la salud, pero la pandemia intensificó la necesidad de mantenerse higienizado.
‘‘Hay que tomar más recaudos, no es nada ajeno a lo que hacíamos, es tener un poco más de cuidado. Ya teníamos medidas de bioseguridad, con algunas diferencias como el barbijo, el ‘‘camisolín (que cubre los brazos, el torso y parte de las piernas)’’,
comenta.

De todas formas, Alejandro se muestra seguro y tranquilo. ‘‘No estoy alarmado. No estamos ajenos a contagiarnos, pero con las medidas y los recaudos, las cosas tienen que andar bien’’, confía.
La familia de Alejandro se reparte entre Lamarque y Neuquén capital. Su señora, uno de sus hijos varones y su hija están en la ciudad rionegrina, mientras que sus padres y su hijo mayor viven en Neuquén.

‘‘Es muy difícil estar 60 días en el quincho de mi casa, comiendo y durmiendo solo. Eso mucha gente no lo ve. Me vinculo desde lejos con mi familia. La mayoría de mis compañeros están en la misma situación. Las juntadas se tuvieron que cortar, ahora se habilitaron las reuniones pero uno trata de estar cerca de gente que se cuide y mantener una distancia’’, relata y agrega ‘‘cuando se contagia alguien del personal de salud, la gente a veces piensa que estuvo comiendo un asado y no ven que uno está al servicio de ellos. En el hospital (de Lamarque), el 100% del personal está abocado al trabajo. Hay un compañerismo y unas ganas de trabajar enormes en todos los lugares’’.

Los elementos de desinfección siempre están presentes.

Sobre la situación de Lamarque y otras ciudades de Valle Medio, donde hubo casos y apenas quedan algunos puntuales que no son autóctonos de la región, Alejandro rescata el trabajo en conjunto con el municipio.
‘‘Tanto hospital, policía, bomberos y el pueblo estaba seguro. Siempre hay excepciones pero la gente se comportó muy bien. La circulación está restringida pero se ha controlado la situación ’’.
Mientras responde las preguntas de manera gentil, Alejandro se muestra orgulloso de pertenecer al rubro de la salud y se conmueve al hablar de la parte familiar, pero mantiene su firmeza.

De 18 años de trabajo en el sector, 12 fueron como enfermero y el resto arriba de la ambulancia. Conoce distintos planos de la salud pública.
‘‘Es la primera vez que toca algo como esto. Trato de no ver noticieros porque se arma una psicosis terrible. Miro los resúmenes de la provincia. Escucho música y me distraigo con otras cosas para estar fresco y poder hacer mi trabajo’’, confiesa.

P-¿Qué mensaje le darías a quienes lean esta nota?
R-‘‘Se mezclan factores como la economía y la salud, muchos necesitan trabajar y para eso hay que salir. Pero no me corresponde tomar decisiones en ese sentido. Lo único que le podemos decir a la gente es que se cuiden. Peor es estar acá’’.


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