Año y medio de cárcel para mayordomo del Papa

El Papa estudia beneficiarlo con indulto. “No soy un ladrón”, dijo Paolo Gabriele.

AP

ROMA. – El exmayordomo del Papa, Paolo Gabriele, fue condenado ayer a un año y medio de prisión al ser encontrado culpable de robo por el tribunal de Ciudad del Vaticano, pese a lo cual podría ser indultado por Benedicto XVI.

El perdón es una posibilidad muy concreta y probable”, dijo tras conocerse la sentencia el portavoz Vaticano, Federico Lombardi. “El Papa está estudiando el caso.”

Gabriele no fue trasladado todavía a prisión, sino que permanece bajo arresto domiciliario, agregó el portavoz. Los jueces todavía no publicaron los motivos de la sentencia y la defensa del exmayordomo no descarta presentar una apelación.

El fiscal vaticano, Nicola Picardi, había pedido 3 años de cárcel por el robo de documentos confidenciales, en el marco del escándalo de filtraciones “Vatileaks”, y la prohibición de volver a trabajar en el Vaticano. Picardi describió a Gabriele, de 46 años, como alguien fácilmente manipulable aunque aseguró que eso no significa que tuviera cómplices. El fiscal no encontró pruebas sobre la existencia de posibles cómplices, a pesar de que antes de ser arrestado, Gabriele asegurase que formaba parte de un grupo de 20 personas.

Según Picardi, el exmayordomo de Benedicto XVI está en plena posesión de sus facultades y supo lo que hacía. A pesar de ello, la fiscalía reconoció circunstancias atenuantes y pidió únicamente tres años de prisión en lugar de los cuatro propuestos en un primer momento.

Por su parte, el juez que presidió el tribunal, Giuseppe Dalla Torre, aseguró que la sentencia fue inferior a los tres años solicitados por el fiscal debido a atenuantes como la ausencia de antecedentes, la alegación de haber actuado con buena voluntad y su arrepentimiento.

La abogada del exmayordomo, Cristina Arru, había asegurado que su cliente no robó los documentos, sino que únicamente se apropió de ellos por equivocación. Por ello, había pedido que fuese declarado culpable de apropiación indebida, lo que supondría que no podría ser enviado a prisión por motivos procesales.

“Actuó con una motivación moral que espero que sea reconocida y valorada”, apuntó Arru. Para la abogada, el comportamiento de Gabriele no fue legítimo pero se vio empujado a él por las situaciones que presenció. “Fue un fallo equilibrado”, aseguró Arru tras la sentencia.

En su alegato final, Gabriele aseguró que actuó por amor a la Iglesia y al pontífice. “Siento la convicción de que actué exclusivamente por amor a la Iglesia de Cristo y su cabeza visible”, dijo el exmayordomo. “No me siento como un ladrón”. (DPA y AFP)


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