Argentina en tiempos de “Elenyización”

El país se enfrenta a una posibilidad única de poner en valor a Vaca Muerta con el GNL. Debe aplicar un programa integral de promoción para acelerar los desarrollos.

Por Rubén Etcheverry (*)

Comienzan a existir coincidencias en la industria sobre acelerar el proceso de elenyización (conversión del gas natural en LNG) de la matriz energética argentina como una forma viable y concreta de poner en valor a Vaca Muerta a través de esta expansión de la demanda.


LNG son las siglas en inglés de Liquefied Natural Gas equivalente en nuestro idioma al GNL (Gas Natural Licuado). Es gas natural procesado para ser transportado en forma líquida. Es la mejor alternativa para monetizar reservas remotas y aisladas, donde no es económico llevar el gas ya sea por gasoducto o por generación de electricidad. El gas natural es transportado en estado líquido (a presión atmosférica y a -162 °C). De esta forma se hace rentable su transporte ya que el volumen ocupado es 600 veces menor.


Estos procesos de conversión, como cualquier transformación tecnológica y cultural, requieren tiempos que no siempre son compatibles con la premura de los requerimientos actuales. Si la política energética se define en este sentido debiera implementarse cuanto antes.


Un programa integral de promoción del LNG permitirá sustituir combustibles, incrementar la demanda, generar empleo e inversiones, poner en producción pozos remotos y abastecer oferta hoy insatisfecha. Podría ser un puntapié para Vaca Muerta.


Argentina ha sido pionera en el mercado del GNC y líder mundial en la industria gasífera. Pusimos en marcha, conjuntamente con Repsol-YPF la primera experiencia a nivel mundial -2008- de trasvase Ship to Ship (Buque a buque) de LNG en Bahía Blanca.


Podemos mencionar otras exitosas experiencias recientes: en 2014 Buquebus puso en servicio el primer catamarán motorizado con LNG en América Latina “Papa Francisco” para el servicio entre Buenos Aires y Montevideo; se han concretado las primeras exportaciones de LNG de YPF mediante la Tango FLNG de la empresa ExMar en el puerto de Mega; la propuesta de Ruta Azul; los gasoductos virtuales de Galileo, la planta de Peak Shaving en General Rodríguez de Naturgy.

Aprendizajes que confirman su viabilidad y la posibilidad de transportarlo aún desde pozos remotos o no conectados, evitando sus cuellos de botella o posponiendo inversiones en grandes gasoductos. Acelerando y anticipando el desarrollo y monetización de yacimientos gasíferos o aprovechando el gas asociado de los pozos petroleros.


También avanzó mucho desde la vereda de la demanda, sobre todo, mediante el uso directo del gas natural en estado líquido: en las industrias, en cruceros y buques, propulsión de vehículos a LNG directos de fábrica (mismo rendimiento, pero más económico y con un 25% menos de emisiones de CO2), generación eléctrica aislada, transporte de LNG en ISO-tanks, etcétera. Los cálculos de los proveedores de kits de conversión de gasoil a LNG estiman su repago en un año con las tarifas actuales.


Hasta hace no muchos años sólo eran viables, por tecnología y escala, las plantas con grandes trenes de licuefacción. Hoy existen diversos procesos que permiten construirse en pequeñas escalas, más versátiles e igualmente eficientes y que a su vez los tiempos de definición de inversión, aprobación, cierre de financiamiento y construcción son mucho más breves: el tiempo es un vector clave en esta ecuación.


La gran planta de licuefacción que se menciona en varios de los proyectos de ley de blindaje de Vaca Muerta, y que viene evaluándose en ámbitos regulatorios, políticos y empresarios, para instalarse ya sea en Chile como opción exportadora hacia los mercados del Pacífico o en la zona de Bahía Blanca, vemos que no es la única opción. Además, y obviamente no inmediata.


Si bien se debiera avanzar con el proyecto dentro de sus posibilidades, sobre todo la dificultad de lograr su financiamiento, estamos pensando en una proyección mínima de 10 a 12 años para su puesta en marcha. Son plazos abultados, tanto para la tecnología y el mercado, como para la política internacional y local.


Por otra parte, la comercialización del LNG se está acelerando y su mercado se torna cada día más dinámico con la irrupción de fuertes exportadores como Estados Unidos y Australia, y de nuevos mercados tomadores de LNG de distinta magnitud. Sin duda China es el mercado ansiado, pero aparecen otros importadores como Filipinas o Jamaica. Hay intermedios. Argentina podría cubrir los picos invernales y viabilizar tanto el gas en exceso de nuestro verano.


En el mientrastanto, podrían promocionarse todas las etapas de la utilización del LNG y las plantas de menor escala.
Argentina fue uno de los países pioneros en GNC. Su industria del gas está muy desarrollada y tecnificada. Con el uso extensivo del LNG se lograría generar mano de obra en las conversiones; inversiones más atomizadas, de menor riesgo y tiempos menos dilatados de culminación.


La dieta energética no ha comenzado el lunes. ¿Comenzará el martes o el siguiente lunes? La ciencia nos hizo realidad el anhelo de tener a mano las ventajas del gas natural en forma líquida. Un buen punto para Vaca Muerta. Ojalá nos pongamos pronto en carrera. Si los acuerdos políticos van en la dirección de la elengiyación, nos animamos a alentarlo: ¡Dale Gas!

(*) El autor es inginiero y exsecretario de Energía de la provincia de Neuquén.


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