Esta hermosa planta nativa conquistó España y reina en la Patagonia: cómo llevarla al jardín
La Cortaderia selloana, conocida como Cola de zorro, impacta por su porte y su belleza agreste. Mientras en la Madre Patria se expande como una plaga invasora desde que llegó de la Argentina, aquí el ecosistema la mantiene a raya. ¿Cuál es la mejor manera de que brille en los jardines? Poda, riego y cuidados, el panorama desde Neuquén del paisajista Javier Raffo.
Se extiende por la cordillera y de allí a los valles y la costa. Se adapta a la sequía, los humedales, los suelos arenosos. En la floración, sus semillas se esparcen kilómetros y kilómetros por el viento. Pero mientras en la Patagonia el ecosistema la mantiene a raya, en España se expande como plaga y fue prohibida su plantación y comercialización. La Cortaderia Selloana aquí es conocida como Cola de zorro. Allá la llaman Plumero de las pampas. Es una inmensa y hermosa gramínea.
La leyenda dice que cruzó el Atlántico por error en los 40, mezclada con cereales en los buques que partían cargados de alimentos rumbo a la Madre Patria luego de la trágica guerra civil que la desangró,
Lo comprobado es que las autoridades españolas las eligieron por su porte y la inconfundible belleza agreste de sus penachos para rotondas, rutas y autopistas.
Pero una vez que se hicieron dueñas de los caminos no hubo formas de frenarla, aunque está prohibido venderla y plantarla desde el 2013. No ocurre lo mismo en nuestra región, pero para llevarla a los jardines hay que tomar algunas precauciones. Aquí, junto con este panorama, las comparte desde Neuquén el paisajista Javier Raffo.
Alta y hermosa
La Cortaderia selloana es una planta que puede llegar a los tres metros de altura, de flor blanca o morada, muy resistente tanto a sequías como a zonas húmedas, explica el paisajista.
“Le gustan los suelos arenosos, quizás no tan calcáreos, pero en zonas de médanos o de suelos drenados, se la ve por todos lados”, agrega el paisajista.
Su impactante presencia la vuele atractiva, pero hay que saber que fuera de su hábitat natural es muy invasiva. “Tiene flores muy grandes y las semillas se distribuyen con el viento. Y al no necesitar ni tanta agua ni tanto suelo empieza a crecer donde sea”, dice Javier.
Sin embargo, aclara que pese a que por ese motivo es considerada una exótica invasora en EE.UU. y Europa, en la Patagonia se da bien, pero en los jardines hay que podarla: “Como casi todas las gramíneas, al menos en la zona patagónica”, dice el paisajista.
La poda
El paisajista completa el panorama: “Para tener una planta sana con un color bien verde y unas buenas flores, hojas anchas y que no se vaya tanto para los costados y se vuelva amarillenta, lo recomendable es podarla una o dos veces por año, a unos 30 ó 40 centímetros del suelo: esa es la forma de mantenerla.
«Si la dejás crecer, el riesgo es que puede irse hacia los costados, empieza a salir de su centro y el centro se empieza a morir y funciona de refugio para bichos y roedores», explica Javier.
Otros cuidados: «Son bien básicos: en lo posible un suelo que drene bien, administrarle bien el agua. De todas formas es una planta que va andar, que no va a tener problemas, pero si pueden ser riegos más espaciados mejor. Y después un sustrato aireado y poda, o por lo menos raleo de hojas y flores muertas. Lo Ideal es podar fuerte a finales del invierno, una poda al pie».
¿Cómo tener una? «Lo ideal no es sacarlas del monte, de su tierra o de su zona, sino conseguirlas en un vivero. no es una planta costosa. O se puede hacer por semillas, que también se pueden comprar, son baratas. Tendrías que sembrar en primavera, aunque podés hacerlo en otoño y en invierno también, pero hay que estar cuidando el almácigo. Mejor en primavera, cuidarlo un poco menos y ya tener la planta».
Características de la Cortaderia selloana
- El Sistema de Información de Biodiversidad de Parques Nacionales (SIB) ha documentado su presencia en 12 parques en la Argentina.
- También se puede ver esta planta en Chile, Uruguay y sur de Brasil.
- Forma matas de 40-60 cm de diámetro.
- Hojas con el borde cortante de hasta 1,5 m de longitud.
- Tallos floríferos de hasta 2 m de altura.
- Floración: de octubre a diciembre.
- Fructificación: de noviembre a marzo.
- Común en áreas húmedas de suelos arenosos.
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