Aún no pueden rescatar a Milo que sigue en una isla de Neuquén

El grupo de rescatistas que se conformó para que el perro pueda regresar con su familia montó una jaula con cebo (carne). El perro no se acerca a la "trampa".

Los esfuerzos para rescatar a Milo, el perro que está en una isla del río Limay en Neuquén, todavía no dieron el resultado que se esperaba pero todos tienen la esperanza firme de que, con tiempo y paciencia, puedan lograrlo. Días atrás un grupo de deportistas que remaba por el río, lo vio en muy mal estado y publicó una foto en las redes sociales. Tras la viralización de la imagen, una mujer lo reconoció como propio y contó que lo buscaba desde hace meses. Vecinos de Cipolletti y Neuquen junto a la familia montaron un operativo de rescate del animal perdido. ¿Cómo marchan las tareas hasta ahora?

El grupo de rescatistas que se conformó para que Milo pueda regresar con su familia montó una jaula trampa con cebo (carne) pero hasta ahora el perro no se ha acercado. Ayer se metió otro perro que vive por la zona y hoy a la mañana temprano se acercó una perra que vive en Balsa Las Perlas. Cerca de allí, hay una casa en medio de la barda por lo que se sospecha que los perros provienen de allí.

Una perra en celo fue llevada a caminar por la zona donde se dejó la jaula. La idea no era dejarla en el lugar sino que acompañe a caminar al grupo de rescatistas para ver si se puede atraer a Milo. Tampoco resultó.

Los movimientos alrededor de la jaula son controlados por los rescatistas desde la orilla con largavistas, ya que no disponen todos los días de lanchas o kayacks.

«Julieta Scardino, la dueña de Milo, va todos los días durante todo el día», contó un integrante del grupo a Río Negro, «sabemos que Milo está en esa zona pero aún no se acerca a la jaula».

La foto que le pudieron tomar a Milo en los últimos días. El perro se acerca a los alrededores de la jaula con cebo pero no ingresa. Foto gentileza.

Por otro lado Natalia Larrosa, educadora canina de Instinto Animal de Cipolletti explicó que van a seguir con la misma estrategia, atentos a que Milo se acerque y entre a la jaula.

«Ayer Milo fue visto en dos oportunidades y hasta se le pudo tomar una foto de lejos. Sigue muy asustadizo y arisco ante la presencia de las personas«, acotó Scardino.

Precisó que el perro se acerca a los alrededores de la jaula en horas específicas. Aparece entre las 6 y 7 de la mañana, se va y luego vuelve tipo 11 a tomar sol. Al anochecer, entre las 20 y 21, regresa. Por eso «estamos planeando volver acampar hoy y todo el fin de semana», agregó.

El trecho del río es muy grande pero igual se lo pudo ver desde lejos. Solo resta esperar a que Milo tenga hambre y quiera atrapar el cebo dentro de la jaula pero eso requiere paciencia y tiempo; algo que la organización de la familia y los rescatistas tienen muy presente.

Lanchas o kayacks participan del operativo de rescate de Milo.

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