Avanza la idea de trazar un sendero en la costa norte del lago Moreno en Bariloche

La idea es que vaya desde la playa del Viento hasta el puente de Circuito Chico. El impulso original es de los familiares de Andrés Quinteros, el joven que el verano pasado tuvo un accidente en el lugar.

El crecimiento de la ciudad y la mayor densidad poblacional en la zona Oeste no se correspondió -salvo excepciones- con obras que promuevan la valoración del entorno natural, integrado por bosques, lagos, arroyos y mallines que son parte esencial de los atractivos turísticos de Bariloche.

Para salvar ese déficit y también para ofrecer una herramienta de educación ambiental, nació hace unos meses el proyecto de crear el sendero Andrés Quinteros, que recorrería la costa norte del lago Moreno, entre la playa del Viento y el puente de Circuito Chico.

En realidad la iniciativa tendría también una finalidad extra que es la de homenajear y recordar al joven que desapareció en el lago el año pasado en un accidente de kayak, cuyos familiares fueron los primeros impulsores de la propuesta.

La concejal del Frente de Todos Julieta Wallace, coautora del proyecto de ordenanza junto a sus pares de bloque, dijo que el plan es que sirva no solo como espacio recreativo sino también “para las escuelas”, ya que no existen hoy en la ciudad otros recorridos de ese tipo tan accesibles “ni hay tampoco campañas de difusión del Estado” para el conocimiento e interpretación de la naturaleza.

Señaló que otra finalidad es que sea “un llamado a la conciencia a la comunidad” sobre los riesgos que representa el lago y otros ambientes similares.

El sendero recorrería el borde del Moreno a lo largo de 6 kilómetros, sin ingresar en terrenos privados, ya que le alcanzaría con aprovechar la franja de uso público reservada por ley como “línea de ribera”.

Luego de varios meses de análisis el proyecto obtuvo esta semana dictamen favorable por unanimidad en la comisión de Turismo y Ambiente del Concejo. Ahora debe cumplir con un trámite similar en la comisión de Economía, donde se evaluará su viabilidad presupuestaria.

Quien se lo puso “al hombro” desde un inicio, en diciembre pasado, fue el tío del joven desaparecido, Leonardo Nicolás, quien realizó las consultas con especialistas, interesó en el tema a Parques Nacionales y a las áreas del municipio que deberían intervenir en la traza, la señalización y el mantenimiento posterior.

Nicolás insistió en que el sendero no será meramente recreativo porque tiene “un mensaje y un objetivo final”, relacionado con la educación. Refirió que le preocupan los riesgos que los chicos de Bariloche desconocen, más allá de lo ocurrido con su sobrino. “No les enseñamos a cuidarse en el ambiente”, afirmó.

Según el proyecto de ordenanza, “el propósito es generar un nuevo sendero de trekking accesible para todos y durante todo el año”. La traza original era más ambiciosa, ya que llegaba hasta el camping musical, ubicado en la zona de Llao Llao. Pero al cabo del trabajo en comisión fue reducido aproximadamente a la mitad, de modo de hacerlo más “realizable”, explicó Wallace.

De este a oeste

6
kilómetros tendrá la primera etapa del proyecto, si llegara a realizarse finalmente.

En los fundamentos de la iniciativa se apunta la intención de “crear un espacio en contacto con la naturaleza”, donde se puedan reconocer los distintos ambientes y la biodiversidad de la zona “promoviendo un vínculo positivo de uso apropiado y provechoso del ambiente y del paisaje”.

La presencia de propiedades privadas lindantes con el lago no debería ser obstáculo, porque esos terrenos deben “permitir el acceso, la circulación el tránsito y permanencia en forma y términos razonables y compatibles con el derecho de propiedad, en una franja de hasta 35 metros en toda la extensión del curso de agua”, señala el proyecto. Si hay obstáculos como alambrados o construcciones que invaden el espacio público deberán ser removidos.

Wallace dijo que no debería existir resistencia de parte de los privados, a pesar de que hoy, debido a la falta de infraestructura, no suele circular gente por el borde del lago. “El sendero tiene también un sentido de ocupación del espacio público y lo ubica como parte del patrimonio de la comunidad”, dijo la concejal.

Nicolás valoró los aportes recibidos del referente del Club Andino Bariloche y expresidente de la Asociación de Turismo Activo, Martín Raffo, y del profesor de Educación Física y Trabajador Social Juan Carlos Paredes.

Consultado por este medio, Raffo dijo que hará falta una inversión importante, porque hay lugares que son “complejos” y tal vez requieran pasarelas de seguridad, pero estimó que estarían al alcance del municipio. Entendió que “de llevarse a cabo tiene que ser algo de calidad, con estacionamientos, baños y la infraestructura que haga falta”.

En tren de compararlo con otro paseo clásico como el parque municipal Llao Llao, Raffo dijo que el sendero planificado junto al lago Moreno “sería distinto porque además de ofrecer una alternativa al turismo sería una propuesta dirigida al residente. Estará en una zona muy visitada, con barrios cercanos, con transporte. No es lo mismo que Llao Llao”.

Otro factor subrayado por los autores es que el sendero brindará la posibilidad “de llegar de manera rápida por tierra a los espejos de agua” y facilitar las tareas de rescate en caso de ser necesario.

En la parte resolutiva el primer artículo crea el “sendero educativo ambiental ‘Andrés Quinteros’, que recorrerá la margen norte del lago Moreno” y en el siguiente encomienda la definición de la traza a una “comisión de trabajo” integrada por representantes del Ejecutivo municipal, el Concejo, la familia de Quinteros, Parques Nacionales y la comisión de Auxilio del Club Andino Bariloche.

Va a convertirse en un atractivo para el turismo, pero no hay que perder el foco de que lo use la gente local”.

Martín Raffo.

Las obras para la apertura de un sendero “accesible” y su mantenimiento posterior estará a cargo de la dirección de Parques y Jardines del municipio.

Los recursos

Wallace reconoció que todavía no hay una estimación de los costos, pero consideró que no estarían fuera del alcance del municipio. En principio (si bien no figura en el proyecto) la intención es incluirlo entre las obras costeadas con la tasa al turista, que administra unos 100 millones de pesos anuales.

La concejal dijo que también barajaron la opción de tramitar fondos de la provincia, que cuenta con una partida específica para obras turísticas, reservada por ley.

Informó también que recibieron en el Concejo una nota de Parques Nacionales, que aportó “una mirada favorable” a la propuesta y “se puso a disposición”. Destacó que en la comisión de Turismo los concejales del oficialismo aportaron sus votos en favor del dictamen, de modo que no habría impedimentos para que la ordenanza sea aprobada. “Si hay voluntad política, por ahí sale antes de lo esperado”, consideró Wallace.

Andrés Quinteros tenía 37 años cuando llegó a la playa del Viento en el atardecer del pasado 9 de diciembre, y se introdujo al lago en kayak junto a un amigo, con el propósito de disfrutar de un momento de pesca. La embarcación zozobró, su compañero de travesía logró llegar a la costa con gran dificultad, pero Andrés nunca más apareció, a pesar de la intensa búsqueda de la que participaron sus familiares junto a Prefectura, la policía y Protección Civil.

Quinteros era enfermero y estudiante de medicina, pero no tenía gran experiencia en la navegación lacustre y tampoco tomó todos los recaudos de seguridad. Ni él ni su compañero llevaban salvavidas. Aun en medio del duro momento que les tocó vivir, los familiares del joven sintieron de inmediato la necesidad de volcar la trágica experiencia en algún proyecto útil para la comunidad.

Hay zona de fácil acceso a las riberas, pero no es una constante en las costas del lago Moreno. Foto: Marcelo Martínez

Según explicó su tío, Leonardo Nicolás, una de las primeras hipótesis fue que Andrés había logrado salir del lago a nado y esperaba por ayuda. Por eso, mientras Prefectura rastrillaba por agua, algunos parientes y amigos se propusieron recorrer toda la costa norte del Moreno y no les resultó para nada fácil, ya que tropezaron con alambrados de púa, ramas apiladas y árboles tirados para impedir la circulación. Esos obstáculos los llenaron de impotencia y fueron “el disparador” del proyecto que llevaron al municipio para construir un “sendero” en el lugar, según relató Leonardo.

Para simplificar el proyecto, los impulsores aceptaron acortar la extensión original que iba a ser cercana a los 12 kilómetros. Ahora la idea es trabajar sobre un segmento de costa de 6 kilómetros, que en su primera parte atraviesa un humedal y sería de complejidad baja, aunque más adelante, en dirección al oeste, el lago bordea una zona de acantilados de difícil tránsito.

El delegado municipal de Lago Moreno, Claudio Otano, dijo que “allí la senda debería atravesar el faldeo del cerrito El Hermano, que al llegar al lago baja en forma de un paredón” y es frecuentado por escaladores.

“No he visto mapa ni estudio técnico”, dijo Otano. Pero descontó que si es aprobada la ordenanza deberán buscar asesoramiento y trabajar en su concreción.

Martín Raffo participó de un relevamiento, convocado por el tío de Andrés Quinteros, y pudieron desandar “un poquito más de la mitad” de la futura senda, sin mayores obstáculos. Dijo que la inversión necesaria sería importante porque es un lugar de pendientes abruptas, pero no es inabordable.

En la parte de acantilados existe una picada de uso vecinal que corre pegada a las cercas privadas y que debería ser dotada de barandas y otras medidas de seguridad.


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