Bariloche estrena una camilla multifunción para los rescates en la montaña

Se trata de la camilla Huiña que fue diseñada por el Invap años atrás. Después de numerosas pruebas, se fue perfeccionando y hoy, Bariloche dispone de cuatro para los diversos refugios.

Después de seis años de trabajo en el diseño y el prototipo, el Club Andino Bariloche presentó cuatro camillas Huiña que empleará la comisión de auxilio para los rescates en montaña.

“Tiempo atrás, la comisión de auxilio e Invap acordaron encarar proyectos en conjunto. Ante la necesidad de una camilla multifunción que cumpla con las necesidades puntuales de la zona, desde Invap armaron un concurso de diseños”, recordó Martín Raffo, integrante de la comisión de auxilio del Club Andino.

En ese concurso, ganó el proyecto que hoy se presenta pese a que en los últimos años se realizaron numerosas pruebas y mejoras. “Esto es un ejemplo de la tenacidad de un grupo que nunca bajó los brazos. Por lo general, estas iniciativas voluntarias ad honorem terminan en buenas ideas y nada más”, recalcó Raffo.

Destacó que aún en un contexto complejo como la pandemia, muchos voluntarios “ocuparon su tiempo personal para dedicarle a este proyecto. Por eso, estamos felices de que finalmente, se esté estrenando”.

Hasta ahora, la comisión de auxilio solo contaba con dos camillas. Una de ellas, de origen italiano, está orientada solo a rescates terrestres. “Tiene ruedas y en invierno, no se puede utilizar para rescates invernales. La camilla Huiña cumple las dos funciones. Si tenemos que usarla como barqueta en invierno sirve y si necesitamos una evacuación con ruedas está en condiciones. Para rescates técnicos -colgados en una pared- también es compatible”, dijo.

Raffo especificó que la camilla es “desarmable lo que facilita el trabajo en la nieve y también flota. Los materiales no son complejos en el caso que uno tenga que repararla. La idea fue que la camilla sea más económica que la que viene del exterior”.

Desde el plano inicial a la camilla final, advirtieron, se sucedieron gran cantidad de cambios. “Sucede que hasta tanto no se prueba en terreno, uno no se da cuenta de lo que debería cambiarse. Por ejemplo, la posición de las manijas para el invierno, o cómo se encastraba el plástico con las piezas de aluminio. En lo operativo, hace una diferencia pero en ese momento era algo que no podíamos prever hasta que la probamos en la nieve”, agregó.

Los impulsores de la camilla todavía desconocen si se podrá fabricar en serie pero aclararon que el prototipo estará disponible para otras instituciones del país que la requieran. “La idea es mejorar el proceso de fabricación para sea menos artesanal y más industrial”, expresó Raffo y destacó el aporte de Invap: “Supo interpretar nuestras necesidades y nos permitió mantener todo el proceso de pruebas, cambios y mejoras”.


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