Bariloche: intentó quemar a su pareja pero lo absolvieron porque ella no quiere declarar

El fiscal retiró la acusación porque la víctima no quiso comparecer a declarar en el juicio contra el acusado. Por eso, el juez dictó la absolución. Estiman que alrededor del 30 por ciento de las denuncias se caen porque las víctimas dan marcha atrás.

El juez Bernardo Campana dictó la absolución de Marcelo Alejandro Gilardoni porque el fiscal Martín Govetto retiró la acusación que había en contra del acusado por dos hechos de violencia de género.

Govetto explicó que no pudo acreditar su teoría del caso porque la víctima -y pareja del acusado- no compareció al juicio a declarar a pesar de todos los intentos que hicieron desde la fiscalía para que se presentara. El proceso judicial había demandado dos años.

No es la primera vez que la fiscalía se encuentra frente a esta situación. Govetto estimó que alrededor del 30 por ciento de las mujeres que denunciaron a sus parejas o exparejas desisten de seguir adelante con el proceso penal. No hay datos certeros porque en los registros no está ese dato.

Por eso, la estimación se elaboró a partir de los casos que se trabajan en esa unidad fiscal de violencia de género. De todos modos, reconocieron que no es habitual que sea tan fuerte la retractación.

El fiscal reconoció su fracaso porque no logró que se le imponga “un límite mediante una sanción al violento”. Recordó que Gilardoni tiene varios antecedentes por delitos contra la propiedad, al menos dos condenas anteriores.

El juez Bernardo Campana absolvió al acusado luego de que el fiscal retirara la acusación. (Archivo)

El defensor oficial Marcos Miguel adhirió al planteo del fiscal y solicitó la absolución para el joven.

Gilardoni había sido llevado a juicio por dos hechos en perjuicio de su pareja. El primer hecho, según la imputación fiscal, había ocurrido en julio de 2017, en un horario de madrugada de un fin de semana, que no se pudo precisar.

El imputado entró al domicilio de su expareja, cuyas iniciales son M.A.P., que está ubicado en la calle Waldo Belloso 700 del barrio Virgen Misionera de esta ciudad.

Cuando estuvo en el interior de la vivienda, Gilardoni roció con un líquido combustible a la mujer en las piernas y manos, encendió un encendedor y le prendió fuego.

La mujer logró sacarse la ropa, rompió un vidrio de una ventana y escapó. Mientras, Gilardoni la amenazaba diciéndole que la iba a matar. La víctima sufrió quemaduras en su pierna izquierda.

Por eso, la fiscalía imputó a Gilardoni por los delitos de lesiones leves agravadas por el vínculo y en un contexto de violencia de género y amenazas simples.

El segundo ataque sucedió la mañana del 29 de junio pasado, cuando Gilardoni se presentó en el domicilio de su expareja. Entró sin autorización y cuando estuvo en el interior del domicilio, comenzó a insultar a la mujer. Después, comenzó a arrojar vasos, platos y las plantas al piso. Según la acusación fiscal, el hombre agredió con un golpe de puño que impactó en el rostro de la mujer, que cayó sobre el calefactor de la vivienda. Por la caída se golpeó una pierna y se quemó una de sus manos.

La mujer forcejeó con el acusado y cuando pudo abrir la puerta para salir, sufrió un corte en el antebrazo derecho, ya que Gilardoni tenía un cuchillo. La víctima pidió auxilio y minutos después, policías detuvieron a Gilardoni. La víctima sufrió varias lesiones leves. Para la fiscalía, fueron agresiones que habían sido ejecutadas en un contexto de violencia de género.

El defensor oficial Marcos Miguel adhirió al pedido del fiscal y solicitó la absolución. (Archivo)

En el juicio, Govetto explicó que la mujer denunció la primera agresión a principios de agosto de 2017. Recordó que había intervenido el Juzgado de Familia, que dictó medidas cautelares de prohibición de acercamiento y contacto y también dispuso custodia policial.

Pero a los pocos meses volvieron a convivir. La fiscalía siguió adelante con la causa, pero la mujer no quería venir. En marzo de 2018 pidieron la audiencia de formulación de cargos. Después, acusaron a Gilardoni. En el medio de ese proceso, la mujer denunció a Gilardoni por el segundo hecho.

Desde la fiscalía explicaron que la víctima no quiso venir al juicio. Contaron que habían declarado casi todos los testigos, pero a la denunciante y víctima “fue imposible traerla” al debate. La buscaron, pero no la ubicaron. La madre de la joven tuvieron que llevarla con la Policía porque no quería comparecer y confirmó que siempre hubo problemas.

Govetto explicó que Gilardoni había declarado y había asegurado que estaban juntos de nuevo. Y negó haber cometido los hechos graves que le atribuyeron.

El fiscal alegó que se había probado la violencia de género. Sostuvo que la mujer está inmersa en ese círculo y que el pronóstico es pésimo. Aseguró que hay una víctima, pero que sin su testimonio no iba a poder acreditarse con certeza los hechos, mas allá de que los policías que lo detuvieron habían declarado en el juicio, como los médicos, personal del Juzgado de Familia que interviene desde el 2014 por otras denuncias 3040 y del SAT. Por eso, planteó que la fiscalía había fracasado.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios